La IA, los algoritmos de diferentes aplicaciones y otras herramientas digitales perpetúan los sesgos de género y están lastrando el desarrollo profesional de la mujer

La IA, los algoritmos informáticos y otras herramientas digitales perpetúan los sesgos de género y tienen un impacto negativo en el desarrollo profesional de la mujer. Así lo determina el informe Los efectos de la IA en la vida laboral de las mujeres (2022), elaborado por la Unesco, el Banco Interamericano de Inversiones y la OCDE.

La IA está transformando el mercado laboral. Las habilidades digitales serán imprescindibles en el mundo laboral en la era de la inteligencia artificial. En ese contexto, para cerrar las brechas de género es necesario empoderar tecnológicamente a las mujeres e incentivar su participación en las áreas científicas, tecnológicas, ingenierías y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).

Pero además, es preciso eliminar sesgos sexistas en la configuración de los algoritmos y garantizar la presencia de las mujeres en la investigación, desarrollo y configuración de la IA.

Algoritmos para buscar empleo: salarios más bajos para la mujer

Dentro de los principales hallazgos de esta investigación tenemos que:

  • Las mujeres usan menos internet. El 48,3 % de las mujeres lo utilizan en el mundo, frente a un 55,2 % de hombres. Sin embargo, el desafío no radica solo en que las mujeres accedan a más tecnología, sino en el desarrollo de habilidades tecnológicas que les permitan ingresar en el mercado laboral y desarrollarse en él.
  • La mujer se encuentra seriamente infrarrepresentada en el desarrollo de la IA. La ausencia de equipos desarrolladores diversos nos ayuda a comprender por qué en reiteradas ocasiones se carece de una perspectiva inclusiva y se reproducen sesgos de género en diversos desarrollos tecnológicos.
  • Solo el 0,5 % de las adolescentes de 15 años de los países de la OCDE aspira a ser una profesional de las TIC, en contraste con el 5 % de varones. De la mano de estos datos, encontramos que solo el 18 % de las conferencias dictadas sobre de IA están a cargo mujeres y más del 80 % del profesorado sobre IA son varones.
  • Los sistemas de IA pueden reforzar estereotipos de género. Por ello, presentan grandes desafíos para la vida laboral de las mujeres. Esto incluye sistemas de IA usados en el ámbito laboral, en los gobiernos y en lugares de alquiler, etc., o en el hogar. En el hogar, los sistemas de IA podrían apoyarse en ciertos estereotipos de género en torno al cuidado y la asistencia, y crear un modelo de trabajo flexible desigual y poco constructivo, que refuerce la narrativa según la cual las mujeres son las encargadas primarias del trabajo doméstico y de cuidado.
  • La falta de transparencia algorítmica es una gran barrera en la implementación de la inteligencia artificial. Nos impide identificar los sesgos algorítmicos y la discriminación que se incluye en el desarrollo de los mismos. Por ejemplo, en los anuncios de ofertas de empleo, al poner el género femenino en el perfil de usuario, los resultados de empleos con salarios altos son menores, según el estudio.

Una IA plural

Cada contexto es complejo y específico. Por eso, las regulaciones en materia de IA deberán abordar sistemáticamente los factores culturales y contextuales que impactan en el trabajo de las mujeres y los colectivos en situación de vulnerabilidad, a fin de fortalecer sus capacidades y evitar que estos grupos de población sean segregados del mercado laboral.

Otro desafío en esta materia es combatir los roles y estereotipos de género en el mundo laboral y eliminar las prácticas sexistas en el uso de la inteligencia artificial. Sin lugar a duda, se debe hacer coordinadamente con la extensión de la investigación sobre el impacto de la IA en el trabajo en general y sobre el impacto en la vida laboral de las mujeres.

Desde USO exigimos que se atiendan integralmente los desafíos que nos impone la IA, valorando ampliamente y visibilizando con perspectiva de género las transformaciones que nos trae esta revolución tecnológica. Nos encontramos ante un nuevo paradigma que revoluciona al mundo y tiene repercusiones significativas en materia laboral. Pero, además, está generando efectos adversos en la vida profesional de las mujeres.

La educación es clave para una transformación integral, desde la niñez. Pero también lo son las medidas de carácter normativo que nos permitan garantizar los derechos de las mujeres. Sin lugar a dudas, la IA es un gran avance, pero su desarrollo requiere de principios éticos y de una hoja de ruta que no condene a las mujeres a un papel secundario.