La afiliación media de trabajadoras al Régimen del Trabajo del Hogar ha caído desde 2018: por la pandemia y por los nuevos derechos para ellas

Hoy hay cerca de 50.000 trabajadoras del hogar afiliadas a la Seguridad Social menos que hace seis años. Así, la afiliación media del Sistema Especial de Personas Empleadas del hogar ha disminuido en 13 puntos porcentuales de febrero de 2018 a febrero de 2024, de acuerdo con las estadísticas de la afiliación de la Seguridad Social.

Las personas que se dedican al trabajo doméstico han pasado de 419.115,75, en febrero de 2018, a 371.918,33 en el mismo mes de 2024. Es decir, actualmente hay registradas 47.197,42 personas menos en el Régimen de Afiliación Especial del Trabajo del Hogar.

Si analizamos la afiliación media de personas trabajadoras del hogar de 2018 a 2024, percibimos una clara tendencia de afiliación a la baja.

Como podemos observar, y contrastando los datos anuales tomando como referencia el mes de febrero, encontramos que esta tendencia a la baja ha sido sostenida. Sin embargo, conviene puntualizar que la mayor variación negativa de afiliación se presentó en 2020 y 2021, que podríamos atribuírsela a los efectos de la pandemia. A partir de 2022, los datos de afiliación, si bien han seguido en disminución, no han superado los 1,51 puntos porcentuales.

Menos afiliación tras la mejora de derechos

Resulta llamativa la disminución de la afiliación de personas en el Régimen del Trabajo del Hogar. Para intentar explicar este contexto, debemos tener presentes los efectos innegables de la pandemia y, en segundo lugar, las reformas introducidas a partir de 2022. Es decir, un mayor reconocimiento de los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar y el fortalecimiento del salario mínimo han revalorizado el trabajo doméstico. Esto, claro está, ha incrementado los costos de la cotización, pero también se han establecido bonificaciones y reducciones para las personas empleadoras.

Creemos que la protección de los derechos laborales es fundamental y no es negociable. “Estos datos que estamos analizando nos llevan a preguntarnos si hay menos trabajo doméstico en España o lo que tenemos es un grave problema de personas que no están siendo dadas de alta en la Seguridad Social. Podemos entender que bajara la afiliación durante la pandemia, pero no que lo haya seguido haciendo después. Tememos que el reconocimiento de derechos laborales haya marginado a un mayor número de trabajadoras del hogar, que estén desarrollando su trabajo con salarios en b y sin la protección que les corresponde”, denuncia Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.

En ese contexto, la Inspección de Trabajo resulta fundamental para identificar estas prácticas abusivas que laceran y vulneran la dignidad y derechos de las personas trabajadoras del hogar, que sigue siendo un trabajo feminizado. Tomando como referencia el mismo periodo de tiempo, encontramos que el porcentaje de afiliación de mujeres en este régimen de Seguridad Social es superior al 95 %, mientras que los hombres no representan ni el 5 %.

Cumplir con los derechos laborales del trabajo del hogar

Ante este contexto, desde USO impulsamos la materialización de los derechos laborales de este sector: es necesario comprender que el trabajo del hogar es un trabajo como cualquier otro y, por ende, exigimos que se eliminen los sesgos discriminatorios que se han incluido históricamente en cuanto a las trabajadoras del hogar.

Para ello, es fundamental garantizar el cumplimiento del Real Decreto-Ley 16/2022, de 6 de septiembre, que reconoce a las personas trabajadoras del hogar los siguientes derechos:

  • Baja médica por enfermedades comunes o accidente no laboral (incapacidad temporal por contingencias comunes).
  • Baja médica por enfermedades o accidentes laborales (incapacidad temporal por contingencias profesionales).
  • Nacimiento y cuidado de menor.
  • Riesgo durante el embarazo y durante lactancia.
  • Incapacidad permanente.
  • Prestaciones familiares.
  • Jubilación.
  • Muerte y supervivencia (viudedad y orfandad).
  • Cuidados de menores por cáncer u otra enfermedad grave.