En el Día de la Solidaridad y Cooperación Intergeneracional, USO reflexiona sobre la convivencia entre jóvenes y mayores

Desde 2009, cada 29 de abril, se celebra el Día Europeo de la Solidaridad y Cooperación entre Generaciones para “sensibilizar y dar impulso a las relaciones intergeneracionales como factor potenciador del envejecimiento activo y positivo”.

En la UE hay 73.645.413 jóvenes de entre 15 y 29 años y 97,7 millones (1 de cada 5), mayores de 65 años. Los primeros, con ese idealismo e ilusión que les caracteriza, tienen toda una vida por delante. Y los segundos, envejecen con una mochila cargada de experiencias y caminando hacia el final de su existencia biológica natural.

Para USO, la convivencia, la solidaridad y la cooperación intergeneracional son clave para preservar y mejorar los valores de una comunidad y para construir un mundo mejor. Bajo este pensamiento subyace la idea de que la unión de las visiones de las distintas generaciones puede llevar a mejores decisiones políticas y, por tanto, a un mundo más justo y solidario.

Una deuda con los que nos han precedido

La celebración de este día tan especial nos permite sensibilizarnos y reflexionar en varios sentidos. En primer lugar, debemos la vida a nuestros padres, estos a los suyos y así sucesivamente. De alguna manera somos deudores con los que nos antecedieron.

La vida no ha sido fácil para las generaciones que nos han precedido, pero tampoco lo es actualmente ni lo será en un futuro, a pesar de la aparición de una gran cantidad de avances científicos y tecnológicos. Aunque la creencia de que cada generación vive mejor que la anterior está bastante extendida, es notorio que el futuro -en el corto y medio plazo-, no será tan fácil para la juventud actual. Solo hay que observar los datos de paro juvenil, de pobreza y desigualdad de oportunidades entre la juventud europea para darnos cuenta de ello.

En este contexto, la educación en valores es fundamental para que las nuevas generaciones afronten el futuro con éxito. Es preciso que estas tengan un mínimo bagaje histórico general y que sean conscientes de la historia de sus padres y abuelos en particular, para mostrar agradecimiento por sus logros y sacrificios, pero también para ser críticos con lo que estos no hicieron bien y aprender de sus errores. Entre los logros conseguidos están la mayoría de los derechos laborales de los que hoy disfrutamos.

Será también muy necesario fomentar esta cultura de cooperación intergeneracional desde la cuna. Para ello, no solo la familia es fundamental, también la escuela.

Es también característico de la etapa joven sentir incomprensión por las generaciones anteriores, así como es habitual que los más mayores sean muy críticos con las actitudes que poseen los jóvenes. Aunque seguramente tanto unos como otros tengan motivos para sentirse así, los esfuerzos sinceros para comprender a la otra parte, así como la eliminación de prejuicios, siempre son convenientes y necesarios. El entendimiento entre generaciones permite el entendimiento entre diferentes ideas y versiones de la sociedad. Como decía Machado, “ni tu verdad ni la mía, vamos a buscarla juntos”.

Políticas públicas transversales

Desde USO, reivindicamos que las políticas públicas deben ser transversales y estar por encima de intereses cortoplacistas y partidistas. Si no nos acostumbramos a que las generaciones jóvenes y mayores trabajen juntas, podemos perder la oportunidad de tomar decisiones que tengan como centro el bien común y el interés general.

Los retos que plantea el siglo XXI requieren de la cooperación intergeneracional para ser resueltos de la mejor manera posible: reto demográfico; mantenimiento del estado de bienestar; cambio climático, convivencia política y social; accesibilidad y brecha digital; resolución de conflictos bélicos; transición ecológica; transformación digital, etc.

Marino de la Rocha, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de USO (AJUPE-USO), anima a “seguir utilizando la sabiduría, la intuición, la inventiva y la iniciativa para arrimar el hombro, cooperando y sumando esfuerzos a partir de nuestra sensibilización, conciencia y libertad en la construcción de ese mundo de paz, justicia, solidaridad, humanidad y de derechos y deberes humanos como razones profundas de nuestra existencia y de ser y estar en este mundo”.