El 10 de febrero se cumplieron tres años de la aprobación de la Reforma Laboral, llevada a cabo por el Gobierno del Partido Popular, cuyo objetivo no era otro que sanar el enfermo mercado laboral en España, en grave situación por la pérdida de empleo y el aumento de la tasa de paro hasta límites insoportables no sólo para las familias sino para las dañadas arcas públicas, que veían cómo sus ingresos mermaban paulatinamente.

La Reforma Laboral ha logrado sacar de la UVI al mercado laboral a costa de crear un empleo precario, estableciendo la preponderancia del contrato temporal y la devaluación salarial, y empobreciendo paulatinamente a la clase trabajadora, para quienes tener un empleo no significa salir de la pobreza.

El balance tras tres años de aplicación del RDL 3/2012, de medidas urgentes de reforma del mercado laboral, no es muy alentador: se reduce el número de ocupados en 196.000 personas; se registran 210.000 parados menos y se reduce la población activa en 406.200 personas, hasta un total de 23.026.800 personas (59,7% de la población).

Aún estamos muy lejos de la cifra de afiliados a la Seguridad Social que teníamos al inicio de la crisis: más de 19 millones en 2008 y tan solo 16,5 millones en 2014. La tasa de paro ha descendido tan solo dos puntos, teniendo en cuenta los datos del cuarto trimestre de 2012 y 2014; hemos pasado del 25,77% al 23,77%.

Precaria contratación
En el apartado de la contratación es donde la Reforma Laboral ha reflejado más sus efectos: lejos de avanzar en la contratación indefinida, se sigue profundizando en la dualidad del mercado laboral en España.

Nuestro país sigue registrando un gran número de contratos, dato que contrasta con el elevado desempleo existente, lo que implica una gran rotación en el puesto de trabajo junto a una gran dosis de temporalidad e incremento de la contratación, tanto indefinida como temporal, a tiempo parcial.

En 2014 se realizaron más de 16,7 millones de contratos, cuya duración media ha sido de 53,27días, lo cual no supone ni dos meses de ocupación. También han aumentado los contratos de duración inferior a un mes, siendo la mayoría de ellos por un período de tiempo inferior a 7 días.

¿Ha ayudado o no la Reforma Laboral a mejorar la situación de nuestro mercado laboral? Es cierto que en 2014, se ha producido una incipiente creación de empleo -de corta duración, a tiempo parcial, en permanente rotación y con salarios muy bajos- que ha frenado en cierto modo la sangría de destrucción del empleo que veníamos padeciendo, pero este hecho no ha sido consecuencia directa de los principios motivadores de la Reforma Laboral sino de la mejora, aunque tímida, de la economía española.

A lo que sí ha contribuido directamente la Reforma Laboral ha sido al aumento de la contratación temporal, y muy especialmente de corta duración, con mucha rotación en el empleo en busca de la subvención.

De igual manera, ha incidido de forma importante en el empobrecimiento de los trabajadores, que con salarios bajos y contratos precarios, ha elevado hasta el 27,3% el porcentaje de población española que se encuentra en riesgo de exclusión y de pobreza extrema.

La Reforma Laboral que necesita el empleo en España está aún por llegar y vendrá configurada por la creación de puestos de trabajo atendiendo a necesidades reales, potenciando la contratación indefinida inicial y afianzada en sectores estables como la industria, que garanticen cierta estabilidad en el empleo.