El seminario EZA, organizado por USO, del 3 al 5 de diciembre, ha generado un intercambio de experiencias muy interesantes. De las diferentes ponencias, en esta ocasión nos vamos a detener en la ponencia de Mara Ruiz, presidenta de INICE (Instituto de Investigaciones Científicas y Ecológicas), que analizó la situación que sufren las personas jóvenes investigadoras en España.

Lamentablemente, la investigación en España tan solo supone el 1,2% del PIB frente al 2% de la media europea. Además, la inversión por investigador o investigadora, está a niveles de los años 80. Esta falta de inversión en investigación, tiene repercusiones económicas, como el no haber salido antes de la crisis o que si España hubiese mantenido el nivel de los años 70 en investigación y se hubiese seguido aumentando la partida presupuestaria, España sería un 20% más rica. Además, desde 2009, se redujo el presupuesto en investigación con la excusa de la crisis y desde entonces, no se ha aumentado.

Pese al descenso en la inversión, España ocupa el número 11 en producción científica, pero estamos en el 38 en impacto de la producción científica. Es decir, hay capacidad de investigación, pero falta apoyo y seguridad. Esa diferencia, se solventaría sin duda, con incrementar la inversión en investigación hasta la media europea.

Referente al empleo, en los últimos años se han reducido en más de 90.000 los empleos en investigación y 37.000 jóvenes investigadores han emigrado del país. Esta marcha de jóvenes investigadores se debe, por una parte a que no hay inversión, y no se generan empleos y, por otra, a que no se hace hueco a jóvenes investigadores e investigadoras.

Desde INICE proponen modificar la gestión universitaria en investigación, afianzar la inversión (separar investigación de presupuestos a través de acuerdo con partido políticos), así como una formación en investigación y conocer los referentes españoles en materia de investigación, fomentando así la cultura investigadora, implicar al mundo empresarial, especializar ámbito investigación y valorar diversidad y estancias en el exterior, entre otros aspectos.

En cuanto al ámbito educativo, según INICE se debe cambiar modelo formativo, ya que la implantación de Bolonia en España, ha sido errática y difícil de entender, y en el ámbito de investigación, no ha aportado nada.

Otro de los problemas a los que tienen que hacer frente los gobiernos, además de la inversión, es el de atraer talento nuevo, y fomentar el retorno de aquellos jóvenes investigadores que se vieron obligados a irse del país ante la falta de empleo y oportunidades. Esa falta de empleo y oportunidades, no solo conlleva que se vayan jóvenes investigadores, sino que España no es un destino atractivo para la juventud investigadora europea e internacional

Para concluir, España debería aprender de otros países europeos tanto en la inversión en investigación, como en el fomento de la investigación en los centros educativos, afrontando una reforma universitaria que permitiese el reconocimiento de la investigación española, lo que, además, solventaría esa falta de cultura investigadora que tenemos en España. El apostar por modelos de investigación conjuntos con otras universidades europeas es una gran oportunidad para dar a conocer lo que se hace, pero para ello, a parte de la inversión que se hace desde la UE, se necesita inversión estatal que en el caso español, no llega.

Desde USO nos sumamos a las reivindicaciones de INICE, como recoge nuestra Resolución Programa, aprobada en el 11 Congreso Confederal, en la que mostramos la apuesta del sindicato por la investigación, el desarrollo y la inversión, como formas de afrontar la crisis económica, así como fomentar el retorno de las personas jóvenes investigadoras que se han formado en nuestro sistema educativo y se han tenido que ir ante la falta de oportunidades, ya que no podemos seguir desperdiciando el talento que formamos y que tan reconocido está fuera de nuestras fronteras.

Solo con condiciones laborales dignas y salarios acorde al nivel de formación y responsabilidad de nuestros investigadores y nuestras investigadoras, podremos seguir aumentando en impacto de investigación, retornarán jóvenes investigadores y nuestro país puede llegar a ser referente de investigación. El talento lo tenemos pero, por falta de inversión, lo dejamos escapar.