Desde las 8:30 de la mañana del lunes 9 de diciembre, hora punta en Bruselas, unos 250 militantes de las dos principales centrales sindicales belgas, la FGTB y CSC, junto con representantes de algunas federaciones europeas, como la de industria (industriAll), de servicios públicos (EPSU), de alimentación, agricultura y turismo (EFFAT), y la representante de USO en Bruselas, han bloqueado el redondel Schuman, el punto neurálgico del barrio de las instituciones europeas, con la concentración convocada delante del edificio del Consejo de ministros de la UE y apodada “Funeral de la Europa Social”, para protestar en contra del dumping social en la UE.

Desde que entró en vigor la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores en 1996, muchas empresas internacionales “negreras” contratan mano de obra barata en los países más pobres de la UE y los mandan a trabajar a otros países más ricos muy por debajo de las condiciones locales.

 

La nueva directiva que están debatiendo los ministros del trabajo del la UE los días 9 y 10 de diciembre debería armonizar las reglas vigentes, mejorar la situación de los trabajadores y contrarrestar la competencia desleal al reformar esa legislación. Esa es la petición de los sindicatos pero los Estados miembros de la UE no han conseguido ponerse de acuerdo y, si acaban aprobando el texto de la nueva directiva, podría tener consecuencias desastrosas al inflar los rangos de los euroescépticos en las próximas elecciones europeas en mayo de 2014.