Del 10 al 12 de abril, USO ha participado en la localidad holandesa de Den Burg, en la reunión del grupo de trabajo de la Confederación Europea de Sindicatos que se ocupa del seguimiento del Semestre Europeo -grupo TUSLO-. El Semestre Europeo es un mecanismo de vigilancia mutua que tienen los gobiernos y la Comisión Europea sobre el cumplimiento de las recomendaciones de política económica y presupuestaria. Su objetivo es la consecución de equilibrios macroeconómicos como el de déficit público (menor al 3%), el de la deuda en proporción al PIB (que no supere el 60%), o el del equilibrio en la balanza de pagos.

Dada su enorme repercusión hacia los trabajadores, los sindicatos tienen un espacio de participación formal -y desigual según los países-, para dar su opinión sobre las recomendaciones de la Comisión, e incidir sobre la concreción de las políticas y de los presupuestos que acompañan sesgadamente dichas recomendaciones.

Precisamente estas recomendaciones son las que han amparado la descentralización de la negociación colectiva, provocando una caída en la tasa de cobertura del número de trabajadores afectados por convenios colectivos actualizados, así como reformas a la baja de los sistemas de pensiones, etc., por citar algunas de las consecuencias.

Durante la reunión en Holanda se ha mantenido un encuentro con Karstin Jordan, alto cargo de la Dirección General de Asuntos Financieros y Económicos de la UE, a quien se le han expuesto las críticas sindicales. El análisis se ha centrado en el mercado laboral, la temporalidad (flexibilidad según se use otra terminología), la formación-cualificación, las pensiones y las recomendaciones del conjunto de las autoridades europeas para cumplimentar esos equilibrios.

Los sindicatos han cuestionado la permisividad europea con respecto a la elusión fiscal y a la caída de la progresividad en los sistemas fiscales. También, respecto a su política de dar prioridad al mercado interior frente a la cohesión y convergencia europea, que finalmente se traduce en directivas que laminan la capacidad negociadora de los trabajadores, provocando una pérdida del peso de las rentas salariales a favor de los beneficios empresariales.

Durante la reunión del grupo TUSLO también se ha analizado cómo mejorar las respuestas sindicales y la capacidad de incidencia, tras la inclusión del Pilar Europeo de Derechos Sociales y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como elementos que deben ahormar las medidas económicas.