Los trabajadores de Nissan Barcelona han vuelto a tomar las calles para evitar que la multinacional nipona aplique un ERE sin la autorización previa de la administración. Reclaman la derogación del artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores

Miles de trabajadores de Nissan Barcelona y de las subcontratas tomaron de nuevo las calles de la capital catalana para exigir una respuesta al Gobierno Central y a la Generalitat de Catalunya ante el ERE que anunció la multinacional nipona el pasado 28 de abril.

En dos concentraciones frente a la Consellería de Industria y la Delegación del Gobierno, tras reuniones con los miembros del comité de empresa, miles de personas gritaron `todos somos Nissan´ y “hay que derrocar la reforma laboral´, para visibilizar la unión de trabajadores directos e indirectos que perderán sus puestos de trabajo y reclamar que los políticos legislen para estar al lado de los más débiles.

Derogación del artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores

Los comités de empresa de Nissan Barcelona han pedido la derogación del artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores para que, como recalcó Miguel Ruiz, secretario de SIGEN-USOC, frente a la Delegación del Gobierno, “se le dé la potestad a la Administración para decidir sobre el ERE, y que Nissan no pueda hacer lo que le dé la gana. No tienen excusa, si quieren ayudarnos, que cambien el artículo 51 y defiendan nuestros puestos de trabajo”.

La pasada semana, la Federación de Industria del sindicato USO registró en el Ministerio de Trabajo y Economía Social la demanda urgente de modificación de este artículo que nació de la Reforma Laboral de 2012 y quitó competencias a la autoridad laboral. Ya no pasan por ella ni la tramitación ni la autorización de los despidos colectivos.

Ruiz ha anunciado nuevas movilizaciones en Sant Cugat del Vallés y Cantabria para continuar la lucha obrera y seguir defendiendo el futuro de más de 25.000 familias.

El “plan Impulso” de la industria del automóvil, tarde y excluyente

El Gobierno ha presentado su plan de impulso para la industria de la automoción, dotado con un presupuesto cercano a los 3.750 millones de euros. Del total, 300 millones de euros se destinarán a la renovación del parque público; 250 millones para renovar el parque automovilístico español; 415 millones para I+D+i; 2.690 millones a inversiones para la cadena de valor y 90 millones, en materia de formación

En opinión de Nuria Garrosa, responsable del sector del Automóvil de FI-USO, este plan llega demasiado tarde y es insuficiente. “España es el segundo fabricante de automóviles de Europa y el octavo en el mundo. El sector del automóvil juega un papel muy importante en la economía española, con un parque automovilístico muy antiguo, sin plan de ayudas desde 2015 y con una focalización rápida en los vehículos eléctricos”, contextualiza Garrosa.

Garrosa lamenta la situación actual del sector del automóvil. “No tendríamos que haber estado hablando de rescate. El Gobierno tendría que haber invertido mucho tiempo antes para reforzar e impulsar la industria del automóvil en nuestro país”.