Como todos los años, el día 12 de agosto vuelve a poner en el panorama social la situación de la Juventud y la importancia que tienen las personas jóvenes en el conjunto de la sociedad.

Este año, la ONU, ha escogido el lema “Juventud que construye paz” en el día Internacional de la Juventud, este lema viene motivado desde la adopción de la resolución S/RES/2250 del Consejo de Seguridad en 2015, donde se reconoce cada vez más que, como agentes del cambio, la inclusión de los jóvenes en la agenda para la paz y la seguridad, así como en la sociedad en general, es fundamental para el mantenimiento y la consolidación de la paz. Por eso, este año, el Día Internacional de la Juventud se centra en sus contribuciones a la prevención y la transformación de conflictos, así como a la inclusión, la justicia social y la paz sostenible.

Desde USO, este año hemos elegido el lema “Di NO a la precariedad laboral” denunciando así, cómo las empresas aprovechan la excusa de la crisis para hacer contrataciones precarias para personas jóvenes y animando, además, a los y las jóvenes a que digan no a la precariedad y que denuncien las malas condiciones laborales y salariales a las que se enfrentan en muchas ocasiones. Solo así, se conseguirá que las empresas empiecen a cambiar las políticas laborales y salariales y la juventud pueda tener un atisbo de recuperación económica real y efectiva consiguiendo así que disminuya la tasa de pobreza juvenil, actualmente en torno al 40%, llegando al 60% en los casos de personas jóvenes en situación de desempleo y la emancipación pueda ser una realidad y deje de ser un sueño.

Según datos de la EPA, en el segundo trimestre de 2017, el número de personas jóvenes de 16 a 34 años activas disminuyó en 185.200 con respecto al mismo trimestre de 2016, y el de personas paradas ha aumentado en 12.400. Estos datos de inicio de 2017 siguen la tendencia de los datos del cuarto trimestre de 2016, en cuanto a personas activas, donde el año se cerró con 262.600 personas jóvenes activas menos con respecto a 2015, mientras que dan un vuelco a los datos referentes a personas paradas, donde se registraron 241.000 personas paradas en el mismo periodo de 2015.

2016 cerró con una temporalidad del 57’1% en personas jóvenes de 16 a 29 años y tan solo, el 7% de los contratos indefinidos firmados en el último año, han sido por personas jóvenes, por lo que estamos ante una grave situación que conlleva mayor dependencia económica de progenitores, dificultades para acceso a la vivienda y una aportación insuficiente a la Seguridad Social y cotizaciones por desempleo, que perjudican a corto y medio plazo a las prestaciones de las personas jóvenes y a largo plazo al sostenimiento del estado del bienestar y del sistema público de pensiones. De seguir la tendencia actual, los y las jóvenes, cuando alcancen la edad de jubilación, tendrán pensiones inferiores a las actuales y a medio plazo, harán falta más trabajadores y trabajadoras por pensionista, debido a las bajas cotizaciones.

Ante estas situaciones, este 12 de agosto, día internacional de la Juventud, desde USO animamos una vez más a los y las jóvenes a que denuncien la precariedad laboral a la que se ven expuestos y expuestas cada día, porque si dices no a la precariedad laboral también estás diciendo no a una sociedad desigual, a un futuro incierto y a unas prácticas empresariales abusivas que lo único que buscan es el lucro empresarial y también dices no a la siniestralidad laboral, ya que la prevención de riesgos, en la mayoría de los empleos precarios, es una de las grandes olvidadas junto a otros derechos laborales y salariales.

Por ello, también hacemos un llamamiento a las personas jóvenes, trabajadoras o no, a que se afilien al sindicato, así como participar del sindicalismo en sus centros de trabajo para juntos y juntas, poder acabar con la precariedad laboral.