La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza viene marcada este año por un aumento del número de pobres y de personas en pobreza extrema

El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora cada 17 de octubre, tiene como reto alcanzar la meta nº1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.

La situación a nivel mundial es preocupante. La ONU alerta de que la pobreza extrema ha crecido por primera vez en 21 años, aumentando entre 119 y 224 millones de personas. Por otro lado, el informe anual de la Red Europea contra la Pobreza alerta sobre el aumento de la pobreza en España, especialmente tras la pandemia.

Uno de los medios indiscutibles para acabar con la pobreza es la creación de empleo, así como la protección social universal.

La pobreza crece por primera vez en 21 años

La 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas sirvió para poner en alerta a todos los líderes mundiales acerca del retroceso que ha supuesto la llegada de la pandemia en cuestión de erradicación de la pobreza. El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió que se tomaran medidas en materia de empleo y protección social para evitar una recuperación mundial desigual y prevenir futuras crisis.

La profundización de las desigualdades revela que la solidaridad mundial frente a la gestión de la crisis de la Covid-19 ha sido totalmente insuficiente, y que la recuperación desigual injusta genera desconfianza de los países en desarrollo hacia los países desarrollados.

Desde 1999, la cantidad de personas que viven en la extrema pobreza en todo el mundo disminuyó en más de 1.000 millones. Sin embargo, parte de este logro se está revirtiendo a consecuencia de la llegada de la pandemia.

Además, no solo crece el número de personas que vive por debajo de la línea de la pobreza (con menos de 1,90 dólares al día), sino que el aumento es preocupante entre quienes viven con el doble, tres dólares al día.

Los países de ingresos medianos, como India o Nigeria, podrían verse afectados de forma muy significativa, albergando el 82% de los nuevos pobres. A esto hay que añadir la pobreza originada por el cambio climático, que para el 2030 podría sumar otros 68-135 millones de personas.

Nuevas formas de pobreza

Entre los aspectos más preocupantes, se halla la aparición de “nuevos pobres” y cómo la pobreza va a impactar en los países de renta media.

En 2018, de cada cinco personas por debajo de la línea internacional de pobreza, cuatro vivían en zonas rurales. La mitad de los pobres son niños y los países más pobres se concentran en África (Nigeria, República Democrática del Congo, Tanzania, Etiopía y Madagascar). Además, más del 40% de los pobres del mundo viven en zonas con economías afectadas por la fragilidad, los conflictos y la violencia. Y esta cifra puede aún aumentar al 67% en la próxima década. A esto hay que añadir que alrededor de 123 millones de personas pobres en el mundo viven en zonas con alto riesgo de inundaciones.

La pandemia ha impactado en nuevos colectivos, provocando el riesgo de empobrecimiento en países de rentas medias, donde las familias estaban empezando a salir de la pobreza. Las previsiones indican que estos “nuevos pobres” tendrán un perfil caracterizado por vivir en entornos urbanos, en mayor medida que las personas crónicamente pobres. Un tipo de pobreza que afectará especialmente a personas que viven en entornos urbanos superpoblados y que trabajan en sectores más afectados por los confinamientos y otras restricciones a la movilidad, como aquellos que trabajan en servicios informales y en la manufactura, y no tanto en la agricultura.

La pobreza aumenta en España

La pobreza no es un fenómeno exclusivo de los países considerados subdesarrollados o en vías de desarrollo. Al contrario, en muchos países “desarrollados” se da pobreza extrema, derivada de graves desigualdades. Así lo demuestra el informe anual de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN, por sus siglas en inglés) sobre el estado de la pobreza y la exclusión social en España en el periodo 2008-2020, cuyos resultados son muy preocupantes.

Reconociendo que la pobreza es una realidad social tremendamente compleja, difícil de entender solamente con indicadores cuantitativos, la EAPN realiza una minuciosa evaluación del cumplimiento de los compromisos en materia de inclusión social, que España asume al ser miembro de la Unión Europea. Para asegurar el cumplimiento de la meta 1.2 de la Agenda 2030, referente a la reducción drástica de la pobreza, España está obligada a mejorar sus resultados de forma inminente.

El informe gira en torno a siete ejes o ideas clave:

  • Una recuperación económica prevista con serias deficiencias.
  • Un abultado retraso en el cumplimiento de la meta 1.2 de los ODS.
  • La existencia de una importante carencia material en la sociedad española.
  • Desigualdad extrema en el impacto y recuperación de la crisis del covid-19, tanto en personas como en territorios.
  • Aumento de las diferencias con respecto a otros países europeos en materia de desigualdad.
  • Ineficacia de las políticas de aumento de gasto, que deben ir acompañadas de políticas redistributivas.
  • Cambio en el perfil de las personas pobres: el perfil más numeroso es el de personas con empleo e incluso estudios superiores.

Por otro lado, el informe revela que:

Por otro lado, el informe de la EAPN revela que, en España:

  • Ha aumentado el número de personas que está en riesgo de pobreza y/o exclusión social. En el año 2020, 12,5 millones de personas lo estaban (un 26,4% de la población), lo que implica un aumento de 620.000 personas.
  • Tener hijos es un gran factor de riesgo de pobreza y/o exclusión. Aunque siempre ha existido esta tendencia en nuestro país, esta se ha evidenciado más si cabe, afectando especialmente a las familias monoparentales. Familias que suelen estar encabezadas por mujeres.
  • Las desigualdades entre CCAA son enormes. Concretamente, en lo que respecta a la brecha norte-sur.
  • Casi 10 millones de personas, un 21% de la población española, se encontraban en riesgo de pobreza en 2020, lo que supone un aumento de casi 230.000 personas con respecto al año anterior.
  • En 2020, el 7% de la población española vive en situación de privación material severa, en ausencia de una recuperación económica que nunca llegó a producirse en su totalidad.
  • Casi la mitad de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes, lo que se agravó a causa de la crisis sanitaria.
  • En 2020, el 9,9% de personas menores de 60 años vivía en hogares afectados por el desempleo, las pocas horas trabajadas o la inactividad de sus miembros. Se traduce en un aumento de la pobreza, especialmente entre los que ya eran vulnerables tras la crisis de 2008.
  • También en 2020, el 9,5% de la población vivía en situación de pobreza severa.