USO ha participado en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, en un encuentro junto a diversos sindicalistas procedentes del Sáhara Occidental (de los territorios ocupados y de los campamentos de refugiados), Portugal, Francia, Italia, Bélgica, Suecia, Argentina y España.

En la reunión, se han valorado las negociaciones comerciales que se están llevando a cabo entre la Unión Europea y Marruecos en el marco de la política de vecindad, así como las recientes sentencias del Tribunal Europeo de Justicia y el dictamen del  Abogado General de la Unión Europea, Melchior Wathelet.

Estas sentencias y el dictamen consideran que la UE no puede negociar con Marruecos la explotación de recursos naturales (pesca, fosfatos, arena…) y otros productos procedentes del Sáhara Occidental, dado que es un territorio pendiente de descolonizar y en donde Marruecos no es soberano. Los sindicalistas, en las conclusiones de la reunión, valoraron estas sentencias porque reafirman que Marruecos no tiene soberanía sobre el Sáhara. Recordaron la necesidad de que se pueda ejercitar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y pidieron que las autoridades europeas se alineen con el derecho internacional en esta cuestión.

Además de acordar hacer llegar estas opiniones sindicales al intergrupo europarlamentario sobre el Sáhara, compuesto por más de una centena de europarlamentarios, y a las instituciones europeas, en la reunión se pactaron otras acciones que ayuden a visibilizar de la causa saharaui y a fortalecer los lazos de solidaridad.

USO agradece la iniciativa de la eurodiputada española Paloma López Bermejo (GUE-IVN) para hacer posible este encuentro, que también incorporó otras actividades, como la sesión informativa abierta en la que participaron, además de representantes sindicales, portavoces de asociaciones de derechos humanos y solidaridad internacional, y varios otros eurodiputados de ese intergrupo. Ello proporcionó un espacio de intercambio de informaciones sobre la situación del conflicto del Sáhara Occidental y de los trabajadores saharauis sujetos a la ocupación; también, la complejidad e importancia de las relaciones de la UE y Marruecos en otros planos no comerciales, como el migratorio o el de seguridad.