Europa ha aprobado la directiva sobre el trabajo de plataformas o Ley Rider, que garantizará los derechos de millones de personas trabajadoras

USO, junto con la CES, celebra la aprobación de la Ley Rider en Europa, en la que se incluye la reivindicación sindical de que tenga que ser la empresa la que demuestre que el trabajador no es un falso autónomo.

La aprobación de esta directiva, sin el apoyo de Francia y Alemania, ha salido adelante y repercutirá en millones de trabajadores europeos. Concretamente, el Consejo Europeo estima que el número de personas que trabajan a través de plataformas digitales alcanzará los 43 millones a finales de año.

Protección laboral para millones de personas trabajadoras

Con esta nueva directiva, estos trabajadores finalmente verán reconocidos sus derechos a percibir, al menos, el salario mínimo; a vacaciones remuneradas; prestaciones por enfermedad y otras protecciones laborales.

Además, los sindicatos han logrado incluir la presunción de empleo con la inversión de la carga de la prueba. En lugar de que los trabajadores individuales pasen por largos procesos judiciales para demostrar que son trabajadores, ahora corresponderá a las empresas demostrar que no son empleados.

La directiva también reconoce el papel de los sindicatos en todos los aspectos de la economía de plataformas, incluso en cuestiones como la gestión de algoritmos. A pesar de los intentos para debilitar estas disposiciones, no se modificaron, lo que confirma la gran necesidad de negociación colectiva en la economía de plataformas.

Una directiva en Europa que amplía la Ley Rider española

Una vez aprobada la directiva, los Estados miembros tendrán dos años para incorporar las disposiciones a su legislación nacional.

En el caso de España, la directiva amplía la Ley Rider pactada en 2021 porque no se limita a un sector concreto, sino a todos los que trabajan en este tipo de empresas, no sólo repartidores.

La Comisión Europea calculó cuando lanzó la propuesta de directiva que ésta supondría la regularización de más de cuatro millones de falsos autónomos en toda la UE.