USO, a través de Sotermun, participa en un proyecto de apoyo a los afectados por el terremoto en Haití para financiar bienes de primera necesidad, medicamentos y asistencia médica

Sotermun, la ONGD del sindicato USO, ha querido mostrar su apoyo al pueblo de Haití frente a las devastadoras consecuencias tras el terremoto del pasado 14 de agosto, que dejó más de 1.900 muertos.

A través de un proyecto llevado a cabo por la ONG haitiana “Movimiento Socio Cultural de Trabajadores Haitianos” (MOSCTHA), USO y Sotermun han colaborado en la financiación de bienes de primera necesidad, medicamentos y asistencia médica para atender a los afectados por el terremoto en Haití.

MOSCTHA, la ONG que está llevando a cabo el proyecto, se creó en 1985 y desde el 2007 actúa en Haití dedicándose a mejorar la calidad de vida y el respeto de los derechos humanos de los haitianos más vulnerables.

USO y Sotermun reafirma su compromiso con la solidaridad internacional a través de proyectos como el desarrollado en Haití, que contribuyen a mitigar las consecuencias de las catástrofes naturales, cada vez más frecuentes, y cuyos efectos en los países pobres son devastadores.

5.000 euros para atender las necesidades de los afectados por el terremoto en Haití

El proyecto financiado por Sotermun tiene como zona de actuación la comunidad de Maniche, situada en el departamento Sud de Haití, y una de las localidades más afectadas por el terremoto.

A través de una aportación de 5.000 euros, Sotermun ha contribuido a atender las necesidades inmediatas de salud de los afectados, ayudando a prevenir un posible brote de enfermedades. El proyecto ha ido destinado a la asistencia de la población afectada, por medio de operativos médicos para asistencia de urgencia y prevención de brotes de enfermedades; así como para adquirir alimentos de fácil preparación y larga durabilidad, enseres y para el desarrollo de jornadas de mitigación de desastres.

Haití, el país más pobre del hemisferio occidental

El terremoto ha azotado al país considerado más pobre del hemisferio occidental, que aún vive con el impacto del catastrófico terremoto ocurrido en 2010. A los efectos del terremoto se suma, además, la inestable situación política tras el asesinato del presidente Jovenel Moise y la turbulencia social que se vive prácticamente a diario en las calles haitianas. A esto hay que añadirle también la baja percepción de riesgo y reticencia ante la adopción de medidas de prevención frente al covid-19.

El terremoto de magnitud 7.2 afectó especialmente a la región Grand-Sud de Haití, devastando gran parte de los tres departamentos que conforman la región (Nippes, Sud y Grande-Anse). Ha dejado una gran pérdida en vidas humanas y damnificados por el alto nivel de destrucción de todas las infraestructuras.