Según la estadística de accidentes de trabajo, de enero a julio de 2019 se produjeron 369.534 accidentes con baja y 416.445 accidentes sin baja. Los accidentes con baja suben por lo tanto un 5% respecto al mismo periodo de 2018, mientras que los accidentes sin baja caen un 1,3%.

Por grupos de ocupación, los peones de agricultura, pesca, construcción, industrias manufactureras y transportes, y los trabajadores cualificados de industrias manufactureras son los colectivos que más sufren la siniestralidad laboral.

Dentro del total de accidentes con baja, se produjeron 320.751 accidentes en jornada y 48.783 accidentes in itinere. La variación en relación al año anterior se situó en el 5,6% para los accidentes en jornada y en el 1,8% para accidentes in itinere.

Por otro lado, la mortalidad en el trabajo ha descendido ligeramente en este periodo, registrándose 371 accidentes mortales, 21 menos que en 2018. Sin embargo, “a pesar de que hablemos de descenso, la enorme cifra de muertes de trabajadores debe centrar los esfuerzos de todos los agentes sociales para lograr que ninguna persona pierda la vida en su puesto de trabajo. Estamos hablando de dos fallecimientos diarios relacionados con la actividad laboral, la cara más amarga de la siniestralidad y contra la cual hay que interponer medidas urgentes”, apremia Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.