Los afiliados de USO en la planta de Schindler en Zaragoza celebran mañana dos asambleas, una por turno, para explicar el acuerdo alcanzado entre el comité de empresa y la dirección para las indemnizaciones por el despido de 119 trabajadores de la unidad de producción de componentes de la planta zaragozana de la empresa de ascensores. El acuerdo fue ratificado ayer por la asamblea de trabajadores, con 82 votos a favor, 20 en contra y 4 abstenciones y se firmará el próximo martes.

USO, junto con los otros dos sindicatos presentes en el comité de empresa (CCOO y UGT) habían dado el visto bueno previamente al preacuerdo, en el que se incluye la recolocación de 62 trabajadores en los distintos centros de Schindler en España, 20 de ellos en Zaragoza, y en Eslovaquia, país al que se traslada ahora la producción de la factoría aragonesa. El fin de la actividad en Zaragoza, además, se pospone desde abril hasta octubre.

Sindicatos y empresa han pactado unas indemnizaciones por encima de lo obligado por ley, de 45 días por año trabajado, con un máximo de 42 meses, hasta febrero de 2012; fecha de entrada en vigor de la reforma laboral, y de 35 días a partir de esa fecha. Además, se ha establecido una paga lineal de 6.000 euros para los trabajadores despedidos que tengan entre 50 y 59 años, y de 2.500 para quienes tengan entre 44 y 49; y un convenio especial para los mayores de 55 años, que verán garantizadas sus cotizaciones a la Seguridad Social hasta la jubilación.

Por último, existe el compromiso de iniciar un proceso de reindustrialización con una empresa externa para la ocupación de las instalaciones de producción que quedarán vacías. Raúl Montoya, secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de la Federación de Industria de USO cree que “el acuerdo es malo porque supone la eliminación de la actividad productiva en la planta de Zaragoza, aunque tiene una parte positiva porque hemos mejorado considerablemente las condiciones de salida y limitado al máximo el número de salidas traumáticas”.