Del 7 al 11 de octubre, el secretario de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible de USO, Javier de Vicente, está participando en Praia Grande, en el 13º Congreso de la Central Única dos Trabalhadores de Brasil (CUT). La cita ha venido precedida de un seminario internacional dedicado al futuro del sindicalismo en relación a los avances de las nuevas tecnologías, y a las alternativas de organización sindical ante la desregulación y precarización de empleo.

La Central declara una afiliación cercana a los ocho millones de miembros, siendo la mayor confederación sindical nacional de América latina. La CUT ha convocado para su congreso a cerca de 2.000 delegados y delegadas (el 45% mujeres), junto a una numerosa delegación internacional de más de 40 países y otros invitados. Entre estos últimos han acudido la expresidenta Dilma
Rousseff y una alta representación del Partido de los Trabajadores (PT).

El congreso en sí, denominado “Congresso Lula Livre”, se ha convertido en un acto reivindicativo de enorme carga política exigiendo la inmediata liberación de quien fuera presidente del sindicato metalúrgico de la CUT antes de presidir el gobierno del enorme país, Luiz Inácio Lula da Silva. El clamor de los asistentes al respecto ha sido completado con los reconocimientos a los distintos comités de apoyo a la causa de Lula que existen en más de un centenar de países del mundo. La libertad del expresidente es ya una cuestión de democracia para el sindicato.

El hasta ahora presidente de la CUT, el líder sindical bancario Vagner Freitas, ha asegurado que en el último año han plantado cara a los gobiernos neoliberales sucesivos de Temer y Bolsonaro realizando dos huelgas generales. Una de ellas, la más grande de la historia jamás realizada en Brasil. Ello, junto al hecho de que el sindicato cuente con un plantel de 660.000 sindicalistas, cuadros y dirigentes, sería el síntoma de que la CUT llega muy fortalecida a este congreso pese a los ataques imprimidos por las reformas, degradando los derechos laborales y sociales.

No obstante, para Freitas, todo lo avanzado no es suficiente para los desafíos que tienen los trabajadores del Brasil. De partida ha desmentido, como quiere hacer entender el gobierno de Bolsonaro, que ellos estén proponiendo una reforma sindical en este momento, ni por supuesto un modelo basado en los sindicatos de empresa. La CUT reclama la autonomía sindical y el respeto a la negociación colectiva.

Por su parte, la vicepresidenta de la CUT y líder de los trabajadores rurales, Carmen Foro, ha defendido que la Amazonía es una cuestión de soberanía nacional, y ha denunciado que está siendo vendida por Bolsonaro. En cuanto al debate sobre la estrategia sindical en el programa de acción, Carmen Foro ha propuesto incluir la defensa de los trabajadores informales y de los desempleados en la lucha sindical.