Bizkaia acaba de cambiar la concesionaria del servicio programado de transporte sanitario y desde LSB-USO denuncian el caos organizativo los primeros días, dejando a decenas de pacientes sin recoger. Según Toño Frechilla, presidente del comité de empresa de Ambuibérica -donde USO ostenta la mayoría-, la nueva concesionaria, “ha habido pacientes que se han quedado esperando hasta cuatro horas, trabajadores que han alargado su jornada dos horas para terminar los servicios que les habían programado u otros que recibieron la notificación de recogidas cuando ya estaban en sus casas”. Aunque la empresa les ha trasladado que es normal al hacerse cargo de un servicio tan grande, Frechilla considera que es una concesión especialmente sensible y “con este descontrol, nos preocupan los usuarios. Hemos detectado deficiencias en las instalaciones y al menos tres vehículos cuyas ruedas no reúnen las condiciones de seguridad para circular por desgaste”.

En los últimos días de la anterior concesionaria y los primeros de esta, varios vehículos sufrieron sabotajes: el último de ellos terminó con 34 ambulancias quemadas. A pesar de estar en plena negociación del convenio sectorial, tanto Toño Frechilla como Luis Lago, responsable de Ambulancias de LSB-USO Euskadi, descartan que haya trabajadores tras este boicot: “hay malestar, obviamente, pero confiamos en la vía de la negociación para llegar a un acuerdo, ese descontento no nos lleva a este tipo de locuras”.

La nueva empresa gestiona una concesión de 162 ambulancias de transporte programado y 20 de urgencias, con 580 trabajadores en toda la provincia y unos 2.000 traslados diarios. Los trabajadores confían en que, a pesar de las deficiencias de los primeros días, llegue con buena disposición para desbloquear el convenio colectivo.