USO ha firmado la Alianza por la Juventud porque, para resolver los problemas del país, hay que atender, necesariamente, las demandas de los jóvenes

USO, junto a diversas organizaciones de la sociedad civil, ha firmado la Alianza por la Juventud. Los principales objetivos de este pacto inédito por los derechos de las personas jóvenes son hacer frente a la situación de precariedad y vulnerabilidad que sufre este colectivo, así como promover y mejorar el trabajo con organizaciones que, desde hace mucho tiempo, trabajan por mejorar la vida de las personas más vulnerables. Se trata de organizaciones que no solo operan en el ámbito de la juventud, pero para las que esta es una materia transversal.

Aunque la crisis provocada por la pandemia ha impulsado la firma de la Alianza por la Juventud, que coincide con la conmemoración del Año Europeo de la Juventud, llevamos años asistiendo al deterioro del estado de bienestar y su incapacidad para resolver la vulnerabilidad de las personas jóvenes; sobre todo, la de aquellos colectivos que sufren discriminaciones múltiples.

Las consecuencias de la anterior crisis, la ausencia de medidas efectivas centradas en los jóvenes y la última crisis sanitaria han provocado que nos encontremos con las cifras socioeconómicas más preocupantes para el colectivo en todo el siglo XXI: el 30,3 % de las personas jóvenes están en riesgo de pobreza y exclusión socia; el 28,8 % se encuentra en paro y tan solo el 14,9 % vive de manera emancipada.

Nueve objetivos para 2030

La Alianza por la Juventud cuenta con 9 metas principales, cuyo cumplimiento se ha fijado para el año 2030:

  1. Pobreza juvenil cero: generando empleos de calidad, que eviten la parcialidad forzosa, y que proporcionen salarios dignos, estabilidad, y crecimiento personal para los jóvenes.
  2. Juventud independiente y autónoma: asegurar las condiciones necesarias para que la juventud tenga la capacidad de crear su proyecto vital de manera independiente. Entre las principales medidas para conseguir este objetivo, se encuentran las políticas de vivienda, cuyo rumbo ha de ser diferente a partir de ahora.
  3. Salud mental universal y preventiva: la pandemia ha afectado enormemente a la salud de los jóvenes. No solo la ansiedad, el estrés o la depresión han cobrado una mayor relevancia debido a la falta de futuro y alternativas, sino que el suicidio ya es la primera causa de muerte entre los jóvenes. Es preciso reforzar la salud mental en general, trabajar en su visibilización y tratamiento.
  4. Transición ecológica justa: un objetivo que insta a realizar cambios en la economía y en el modelo de consumo, para asegurar que las generaciones venideras puedan vivir en un mundo más saludable y justo. Debemos generar oportunidades para la juventud rural, afrontando así el reto demográfico.
  5. Juventud diversa e inclusiva: plantear políticas públicas para asegurar el respeto e igualdad de oportunidades de toda la juventud, especialmente hacia las personas que sufren una mayor discriminación: jóvenes migrantes, con discapacidad o LGTBI.
  6. Educación y formación integral y de calidad: solo combatiendo el abandono escolar temprano y reforzando la educación postobligatoria (especialmente la no formal), podremos asegurar un futuro de oportunidades laborales y vitales para la juventud.
  7. Participación activa y plena de la juventud: trabajar para que los jóvenes puedan alzar la voz y participar para cambiar su situación, así como para proponer soluciones a otros problemas sociales y que su visión quede reflejada en las políticas que se lleven a cabo.
  8. Fondos de recuperación justos con las próximas generaciones: los fondos provenientes de la solidaridad y la cooperación internacional para la recuperación económica de nuestro país, deben invertirse en reconstruir el futuro de la juventud: en innovación, profesionalización de los cuidados, y en educación.
  9. Seguimiento y coordinación de la alianza: es fundamental, para asegurar el cumplimiento de los objetivos, que se realice un seguimiento y una evaluación de los compromisos asumidos y de los logros alcanzados. Ello será posible si se refuerza el papel de las instituciones de juventud, como la Comisión Interministerial de Juventud, y si se impulsa la creación de la Comisión de Juventud en el Congreso de los Diputados.

Una década por la juventud

Además de los nueve puntos principales que incluye la Alianza por la Juventud, el CJE ha presentado su conjunto de propuestas para mejorar la situación de las personas jóvenes, centradas en tres ejes principales:

  • Vulnerabilidad de las personas jóvenes: que abarca el Ingreso Mínimo Vital accesible para las personas jóvenes; empleo digno; derecho a vivienda; derechos de las personas trabajadoras autónomas; y fiscalidad justa
  • Sostenibilidad, salud, ocio y equidad: sostenibilidad en el transporte; políticas verdes; salud mental y bienestar; ocio saludable y alternativo; juventud diversa e inclusiva; feminismos e igualdad; discapacidad; LGTBI+; juventud migrante y refugiada y juventud rural.
  • Educación, formación, calidad democrática, juventud en Europa y el mundo: educación y formación; pruebas de acceso a la educación superior; apoyo educativo y adaptaciones de currículo; medidas de apoyo económico y eliminación de la brecha digital; prácticas curriculares y extracurriculares no laborales; Erasmus y otros planes de movilidad; convivencia escolar; participación activa y plena; derecho a voto a los 16; juventud y Unión Europea y Juventud Global y Cooperación Internacional.

Los problemas de las personas jóvenes, los de todo un país

Desde USO, nos hemos unido a la Alianza por la Juventud con la esperanza de poder reforzar nuestra colaboración con el resto de entidades firmantes, tengan o no trato con nuestra organización en la actualidad. En consonancia con lo que se indica en el documento firmado, pensamos que los problemas de las personas jóvenes son los problemas de todo un país. Si no ponemos empeño en mejorar la situación de la juventud y, por el contrario los ignoramos, o criminalizamos, no habremos entendido nada. “Una sociedad que deja atrás a las personas jóvenes es una sociedad en riesgo”, se indica en el documento.

Este gran acuerdo por la juventud supone darle importancia a problemas que nos afectan a todos, pero especialmente a las generaciones futuras. Las políticas que pongan a las personas jóvenes en el centro serán beneficiosas para toda la sociedad y para el planeta. Los problemas de hoy son consecuencia, en parte, de una ausencia clara de visión a largo plazo de los gobiernos. Estos, si bien firmaron los conocidos Pactos de la Moncloa o el Pacto de Toledo, no han priorizado a la juventud en la agenda pública.