El sindicato exige medidas colectivas, inversión tecnológica y vigilancia activa de la PRL para proteger a las personas trabajadoras ante olas de calor
Las olas de calor han dejado de ser episodios excepcionales para ser un fenómeno recurrente. Los períodos de temperaturas altas o extremas afectan cada verano a millones de personas trabajadoras, tanto en exteriores como en interiores con mala ventilación o sin climatización adecuada.
Por ello, desde USO, en el marco de la campaña #ConElCalorNoSeJuega, exigimos medidas reales de PRL no simples recomendaciones, frente a las olas de calor.
La salud laboral no puede depender de la voluntad del empresario o de interpretaciones laxas de la normativa. Trabajar con calor extremo es un riesgo para la salud, incluso mortal. Por ello, debe ser tratado como tal, con protocolos colectivos, inversión real y vigilancia activa que garanticen la salud y dignidad de toda la plantilla. Para USO, esto implica las siguientes actuaciones.
Estrategias preventivas que salvan vidas
- Evaluación dinámica de riesgos: que se actualice automáticamente cuando la AEMET active avisos naranja o rojo, incorporando mapas de calor laborales. Estos mapas clasifican zonas y tareas según temperatura, humedad y radiación solar.
- Planificación de la jornada: adaptar turnos en las horas más frescas (madrugada o primeras horas de la mañana); pausas obligatorias cada 45–60 minutos en zonas con sombra o climatizadas, y posibilidad de interrumpir tareas de alto riesgo sin penalización salarial.
- Formación y capacitación: cursos sobre estrés térmico, uso correcto de EPI, y creación y entrenamiento de brigadas internas de primeros auxilios y rápida evacuación.
- Protocolos de hidratación: dispensadores de agua fría y electrolitos, y zonas de reposo ergonómicas y equipadas con nebulizadores.
- Comunicación y alerta temprana: apps internas y sistemas de megafonía que alerten en tiempo real del nivel de riesgo.
Herramientas y tecnologías para actuar a tiempo
USO propone una batería de herramientas digitales y tecnológicas que deberían implantarse:
- Check-lists digitales para verificar el cumplimiento de pausas, disponibilidad de agua y vestuario adecuado.
- Sensores ambientales IoT que miden temperatura, humedad y radiación UV en tiempo real.
- Monitoreo biométrico voluntario (pulseras o relojes inteligentes) que alertan acerca de signos tempranos de deshidratación o sobreesfuerzo.
- Mapas de calor geolocalizados para gestionar zonas de riesgo y reasignación de tareas.
- Ropa inteligente con tecnología refrigerante que regula la temperatura corporal.
- Drones de vigilancia ambiental, con cámaras térmicas e IA, para detectar “puntos calientes” en obra civil o cultivos extensivos.
- Realidad aumentada para formación: simuladores de estrés térmico que preparan virtualmente al trabajador para reconocer sus propios umbrales de riesgo.
- Sistemas pasivos de climatización: estructuras inflables de aluminio que generan sombra y reducen la temperatura interior de hasta 10 °C sin consumo eléctrico.
- IA predictiva de olas de calor, que combina el histórico de siniestralidad con predicción meteorológica para anticipar periodos de mayor siniestralidad.
¿Cuál es la normativa de PRL que ha de cumplirse ante olas de calor?
Recordamos cuáles son las principales leyes y normas que deben seguirse ante avisos por calor:
- RDL 4/2023, de 11 de mayo. Obliga a adaptar o suspender el trabajo en caso de avisos naranja o rojo por calor. Precisa de evaluación de riesgos previa y considera características personales y biológicas del trabajador.
- RD 486/1997, de 14 de abril: establece condiciones térmicas en interiores (17–27 °C, en tareas sedentarias; 14–25 °C, en no sedentarias) y humedad relativa (30–70 %).
- Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud 2025. Éste define umbrales de activación por zonas y protocolos coordinados de información, vigilancia epidemiológica y medidas de protección colectiva e individual.
- Estrategia Española de Seguridad y Salud 2023–2027 y Agenda 2030: enmarcan estas normas en compromisos de desarrollo sostenible y derechos laborales fundamentales.
USO exige protocolos, inversión y derechos
Con el calor no se juega. No basta con cumplir la letra de la ley: hay que proteger de verdad. Las inspecciones puntuales y las sanciones simbólicas perpetúan la cultura de la improvisación. Lo normal es encontrar casetas sin climatización, agua insuficiente o pausas ‘sugeridas’, en vez de quedar fijadas en convenio.
Porque ningún trabajador debería arriesgar su vida solo por cumplir con su jornada. La PRL ante olas de calor no se improvisa. Por eso, USO reclama:
- Protocolos colectivos en convenio, con indicadores claros de temperatura umbral, humedad, ritmo de trabajo y sanciones en caso de incumplimiento.
- Presencia sindical activa en comités de seguridad, con poder de paralizar tareas sin represalias.
- Inversión en tecnologías, formación permanente y refuerzos de plantilla en periodos críticos.
- Transparencia y participación: acceso a datos de siniestralidad y registros de pausas, agua consumida y temperaturas registradas.
La PRL ante olas de calor debe ir más allá de recomendaciones. Es preciso un compromiso sindical que transforme la práctica empresarial y de las Administraciones públicas. Exigimos convenios con cláusulas de salud térmica, inspecciones proactivas y sanciones ejemplares.
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