USO ha enviado sendas cartas a las dos principales centrales sindicales de Chile, CUT y CAT, expresando su apoyo y solidaridad ante la grave situación que vive el país.

Con ya casi 3.300 detenidos, 18 personas fallecidas y un alto número de heridos, la declaración por su Gobierno del estado de emergencia y el toque de queda, ha sido contestada con la convocatoria de huelga general durante los días 23 y 24 de octubre.

El conflicto social de fondo está generado por años de aplicación de medidas neoliberales que han consistido en reducir la capacidad de intervención del Estado, estableciendo la privatización o desmantelamiento de los servicios de protección social y los servicios de educación y sanidad y una desregulación laboral. El fruto de todo ello es una gran parte de la población excluida y una gran desigualdad.

Todo empezó, hay que señalarlo, con el golpe militar de 1973 y el rol histórico de las Juntas Militares para convertir a Chile en el alumno aventajado de las doctrinas neoliberales.

La desigualdad en Chile es proverbial y ha alimentado un malestar social que los diferentes gobiernos democráticos no han logrado o querido mitigar. El alza de la locomoción colectiva ha sido el detonante de la actual crisis. Un alza que afecta a las clases populares y que perjudica su nivel de vida. Ello ciertamente, no justifica las acciones vandálicas y la violencia minoritaria de delincuentes, pero la respuesta del gobierno Piñera declarando el estado de emergencia y el toque de queda, sacando al ejército a las calles, es desde todo punto de vista reprochable. La declaración del presidente Piñera de “estamos en guerra”, obviando los orígenes y fundamentos de la protesta social, es totalmente contraproducente y significa una dejadez de sus funciones democráticas y presidenciales.

Por parte de USO, además de mostrar la solidaridad y apoyo a los sindicatos ante sus manifestaciones, protestas pacíficas y la propia huelga general, se ha comunicado a la Embajada de Chile en España la repulsa por la acción de su Gobierno.