El día 1 de junio, un día antes de las reuniones de los embajadores y ministros de los países de la OCDE, se reunieron en París los sindicatos miembros del Consejo Consultivo Sindical ante la OCDE (TUAC) que, lógicamente, corresponden a países miembros de ese organismo de coordinación de políticas (neoliberales) de los Gobiernos, entre ellos USO.

Además de perfilar el documento que será entregado y discutido por los embajadores y ministros de los países de la OCDE, fijando recurrentemente las prioridades y respuestas sindicales ante los desafíos de la consolidación fiscal, la financiación pública, la creciente desigualdad y el cambio climático, detalla los planteamientos ante las discusiones ministeriales de la OCDE de este año que giran sobre “Liberar la inversión para el crecimiento sustentable y el empleo –el rol de la inversión para liberar un crecimiento más fuerte, más justo y más verde estimulando la productividad y el empleo”.

Ya en marzo se celebró otra reunión, en la que también participó USO, con el embajador holandés encargado de dirigir las discusiones ministeriales, en el que se rechazó la simple liberalización de las inversiones como fórmula de crecimiento, haciendo énfasis en los modos de obtención de la misma, su reparto y distribución de los beneficios y costes de la misma. También en que se colocase en un plano horizontal a las mismas, el trabajo digno, la negociación colectiva y la protección social. También se trató la postura sindical ante la reunión de ministros de empleo del grupo de países del G-20 que será presidido por el gobierno turco.

La TUAC considera que hay que potenciar la creación de empleo y el potencial a largo plazo, favoreciendo la transición hacia una economía de bajo carbono; la mejora de las percepciones salariales por justicia y para estimular la demanda; apoyar la negociación colectiva y la implantación de los salarios mínimos; invertir en educación y formación a lo largo de toda la vida profesional; políticas de reducción de las emisiones de CO2 así como contribuciones financieras en la lucha contra el cambio climático; integrar el trabajo decente y la equidad en la estrategia de desarrollo que plantea la OCDE, así como asegurar la financiación responsable del mismo en estos momentos de discusión internacional sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible; mejorar el funcionamiento de los Puntos Nacionales de Contacto de seguimiento del comportamiento de las multinacionales y que se asuma y se responda la no obtención integra del fondo de compensación a las víctimas del accidente de Rana Plaza (Bangladesh), donde un edificio industrial de empresas de confección se desplomó matando a más de mil trabajadores; poner pautas para que exista una inversión responsable y que haya un reparto adecuado de los beneficios en las cadenas de valor; y que se constituya un mecanismo especial de seguimiento del respeto a los derechos sociales y lucha contra la impunidad en el proceso de adhesión de Colombia a la OCDE.

Con respecto al Foro de la OCDE que se desarrolla desde el martes día 2 de junio, hay que hacer constar las declaraciones que pueden contentar a todos los agentes y así camuflar la estrategia neoliberal de este organismo. El mismo discurso de Ángel Gurría puede tratar desde desregular y flexibilizar la fijación de inversiones y el apoyo al ´libre’ comercio para mejorar el crecimiento hasta el rechazo a una creciente desigualdad que se considera una rémora para el crecimiento. Se habla de mejora de la transparencia fiscal y sobretodo de mecanismos de responsabilidad compartida de todos los agentes, pero no va más allá de llamamientos voluntarios y no reglados. En todo caso, hay un reconocimiento del cambio climático y de sus desastrosas consecuencias.

También influye que la próxima conferencia de alto nivel sobre el cambio climático de las Naciones Unidas se hará en París el próximo diciembre y las negociaciones sobre los compromisos que se podrán alcanzar en dicha conferencia están en su punto álgido. En el discurso inaugural ante el Foro de la OCDE, tanto Ángel Gurría, renovado Secretario General de la OCDE, como Segolène Royal, Ministra francesa de Ecología hicieron énfasis sobre el mismo y ésta última, reclamó una imposición verde universal como fórmula de financiación de una transición a una economía verde.