En España, una de cada 6 personas mayores sufre maltrato, y solo uno de cada 24 casos se denuncia

Como cada 15 de junio, en el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, visibilizamos y reivindicamos los derechos de los mayores. También, alzar la voz por aquellas personas que sufren y viven condiciones de abuso y maltrato, frecuentemente invisibilizadas y normalizadas.

El maltrato a los mayores se presenta en el entorno familiar, comunitario y, en general, se presenta de forma generalizada. Los abusos y/o maltratos pueden ser de naturaleza física, sexual y/o psicológica. Estas situaciones son altamente invisibilizadas a nivel mundial. En España una de cada 6 personas adultas mayores sufre malos tratos. Pese a esta alta frecuencia, solo uno de cada 24 casos se denuncia.

En este contexto, no debemos olvidar que “las personas adultas mayores tienen la misma dignidad y derechos que todas las demás personas. Sin embargo, con mucha frecuencia atraviesan situaciones de dependencia y vulnerabilidad, que deben ser atendidas integralmente, dándoles un trato respetuoso e inclusivo, favoreciendo su desarrollo y envejecimiento digno”, defiende Marino de la Rocha, presidente de JUPEN-USO.

Retos en la materialización de los derechos de los mayores

Los retos y desafíos que se identifican en la materialización de los derechos de las personas adultas mayores son:

  • Envejecer no es sinónimo de pérdida de voluntad, capacidad de actuar ni de decidir. Escuchar a las personas mayores, conocer sus necesidades y puntos de vista es enriquecedor para atender a sus necesidades y aprovechar sus experiencias.
  • La soledad no deseada es un problema generalizado que se incrementa con la edad. Crear redes, espacios de convivencia y competencias digitales para personas mayores, combatiendo las brechas digitales, debe ser prioridad en las políticas públicas.
  • Los cuidados deben ser abordados prioritariamente. Los mayores precisan de cuidados, tanto en su domicilio, como en espacios residenciales, por lo que debe ser prioridad en las estrategias de atención a la dependencia dotar de más recursos y de personal formado, sensible y empático, que proporcione un trato digno y respetuoso. Tampoco se debe olvidar la protección a los derechos laborales de las personas trabajadoras del sector. Porque debemos cuidar a quienes nos cuidan.
  • Las pensiones resultan ser el principal sustento de las personas mayores, por lo que, se debe garantizar un ingreso digno, que permita atender a sus necesidades y llevar una vida plena. Las generaciones de mayor edad han contribuido a la creación de esta economía y esta sociedad y no deben concebirse como una carga.
  • Combatir integralmente el maltrato y abuso que sufren las personas mayores, a través de campañas de prevención, así como la creación de mecanismos de coordinación y atención a los casos detectados, en los que haya una respuesta pronta y oportuna que garantice sus derechos.

Políticas integrales para nuestros mayores

En ese sentido, desde USO exigimos políticas integrales para las personas adultas mayores, que atiendan a sus necesidades y les brinden un trato igualitario y digno.

Además, es imprescindible que todas las políticas públicas incorporen principios transversales para la inclusión de las personas adultas mayores. También, para prevenir y atender los malos tratos y abusos contra este grupo de población. Es necesario que se fortalezcan las capacidades institucionales y se doten de más recursos y de un enfoque inclusivo, empático y centrado en la dignidad de las personas mayores.

Vivir y envejecer con dignidad es un derecho humano.