“La hora del planeta” es el movimiento ecologista más global. Comenzó en 2007 en Australia y hoy lo siguen casi 200 países. Aunque se trata de un acto simbólico, apagar la luz durante una hora, entre las 20:30 y 21:30, se ha convertido en todo un gesto de lucha contra el cambio climático. Con él, se pretende que el mundo, sobre todo el urbano, donde vive más de la mitad de la población, se tome conciencia de toda la energía que puede ahorrarse, salvaguardando así energía y rebajando emisiones de CO2.

En España, durante esta hora se apagarán los grandes monumentos, como el Palacio Real y la Puerta de Alcalá en Madrid; la Sagrada Familia en Barcelona; la Torre del Oro en Sevilla; y cientos de ayuntamientos y plazas mayores.

Las asociaciones ecologistas y sociales que se adhieren a este movimiento le piden a la población que, cuando a las 9 y media de la noche la luz se vuelva a hacer, sean conscientes de que se puede vivir: con los equipos desconectados en vez de hibernando; utilizando menos plástico; reciclando en los contenedores habilitados para cada tipo de desechos… y, en general, que la conexión no sea con la red eléctrica, sino con el compromiso de rebajar la temperatura global de nuestro planeta.