El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) recalca que aún estamos a tiempo de minimizar su impacto pero acelerando las acciones

El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) ofrece esperanza al incluir como mensaje principal que aún estamos a tiempo de minimizar los impactos del cambio climático. Sin embargo, hay que acelerar si no queremos que las oportunidades de vivir en un futuro habitable y sostenible se cierren.

Este será el último informe del IPCC hasta finales de 2030, año en el que las emisiones deberán haberse reducido casi a la mitad, cumpliendo con el Acuerdo de París.

USO reivindica el papel imprescindible de los sindicatos para avanzar en la mitigación y la adaptación al cambio climático, con propuestas para transicionar hacia un modelo económico sostenible con empleos de calidad.

Impactos y daños generalizados

Este informe de síntesis se divide en tres partes: situación actual y tendencias; cambios climáticos, riesgos y respuestas a largo plazo; y respuestas a corto plazo.

De entre todas las cuestiones que recoge el informe, cabe destacar los siguientes aspectos:

  • Aproximadamente el 79 % de las emisiones proceden del sector de la energía, la industria, el transporte y los edificios en conjunto, y el 22 % de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra.
  • Los países vulnerables son quienes más sufren los impactos y, a la vez, son los que menos contribuyen. El 10 % de los hogares con las emisiones per cápita más elevadas aporta entre el 34 % y el 45 % de las emisiones mundiales, mientras que el 50 % inferior solo aporta entre el 13 % y el 15 %.
  • Los eventos extremos como las lluvias intensas, los incendios o los ciclones son cada vez más habituales y desembocan en un problema de salud pública que causa millones de migraciones al año, sobre todo en África, Asia y América del Norte y América Central y del Sur.
  • Algunos problemas de salud mental están relacionados con el aumento de las temperaturas, los traumas provocados por fenómenos extremos y la pérdida de medios de vida y cultura.
  • La mitad de la población vive en contextos muy vulnerables al cambio climático.
  • Los daños económicos del cambio climático se han detectado en sectores expuestos al clima como la agricultura, la silvicultura, la pesca, la energía y el turismo.
  • El aumento del calor y los cambios en el clima están favoreciendo la aparición de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua.

Una ventana a la esperanza

A pesar de la difícil realidad que dibuja el informe, existe una ventana de oportunidad, que sin embargo se cierra a medida que se demora la acción.

El informe aporta una serie de medidas de mitigación y adaptación a adoptar a corto plazo:

  • En cuanto a los sistemas energéticos, es importante reducir sustancialmente el uso total de combustibles fósiles, promover sistemas eléctricos que no emitan CO2 y electrificar donde sea posible.
  • La diversificación de la generación de energía (por ejemplo, mediante energía eólica, solar o hidroeléctrica a pequeña escala) y la gestión de la demanda (por ejemplo, almacenamiento y mejoras de la eficiencia energética) pueden aumentar la fiabilidad energética y reducir la vulnerabilidad al cambio climático.
  • Las ciudades son clave en materia de adaptación y mitigación, la planificación del suelo puede permitir una forma urbana compacta que dé lugar, por ejemplo, a la proximidad del hogar al empleo y al fomento del transporte público y la movilidad activa.
  • Los cambios a dietas saludables que prioricen los vegetales frente a la carne y la reducción del desperdicio alimentario, configuran otro aspecto con enorme potencial de mitigación.
  • Es imprescindible también conservar entre el 30% y el 50% de las zonas terrestres, de agua dulce y oceánicas.
  • Es necesario multiplicar hasta por 6 los niveles actuales de inversión para esta década.