El Congreso de los Diputados ratifica por fin el Convenio 189 de la OIT por el trabajo decente de las empleadas de hogar

El Congreso de los Diputados ha ratificado de forma definitiva el Convenio 189 de la OIT, sobre el trabajo decente de las empleadas de hogar. En 2011, se comenzó a hablar de la equiparación de derechos y obligaciones de estas empleadas con el resto de las personas trabajadoras, pero las obligaciones se han ido implementando progresivamente, mientras que los derechos no.

Ahora, más de medio millón de personas se beneficiarán de la ratificación de este Convenio, fruto de años de lucha y reivindicaciones desde las plataformas de empleadas de hogar y de sindicatos como USO, que siempre han apostado por la igualdad laboral entre hombres y mujeres y por acabar con la discriminación de este colectivo.

En USO celebramos que el compromiso por fin se haya llevado a término, a pesar de la falta de voluntad política que se ha demostrado hasta ahora para hacerlo. Es un hecho que las trabajadoras de hogar sostienen la vida y, por ende, todo lo demás: el trabajo y el sistema productivo.

Trabajadoras regulares, también sin derechos

En España hay más de medio millón de empleadas domésticas y tan solo poco más de 300.000 cotizan a la Seguridad Social, según indican los últimos datos de la EPA, correspondientes a 2021. No obstante, la regularización del empleo de hogar no es, actualmente, garantía de derechos laborales.

En el caso de las trabajadoras irregulares, la precariedad es evidente. No existe ningún tipo de protección frente a la autoridad laboral, al realizarse el trabajo en un domicilio privado; pero, además, los salarios suelen estar por debajo del SMI, y no hay posibilidad de recibir subvenciones y ayudas, ni indemnizaciones cuando acaban esos puestos de trabajo.

Cotizar, en este caso, no exime a las trabajadoras del hogar de otros problemas, como los bajos salarios o la acogida a un régimen con las mismas obligaciones que el resto de personas trabajadoras, pero no con los mismos derechos. Estas no gozan de derechos básicos, como las vacaciones, el paro o la prevención de riesgos laborales, que permita asegurar su salud y seguridad en el empleo.

El Convenio 189 es un gran paso por la igualdad de género

La ratificación de este Convenio implica que el país se compromete a ejecutar todos los cambios necesarios en el plazo de un año para dignificar el trabajo de empleo de hogar. Trabajo que, en su inmensa mayoría, realizan mujeres. Ello supone, por tanto, no solo una apuesta por la regularización de la economía sumergida, sino también el abordaje del objetivo de la igualdad de género.

La decisión que ha llevado a España a ratificar el Convenio proviene, en parte, de la sentencia del TJUE, según la cual el régimen español de las empleadas del hogar constituía una clara aunque indirecta discriminación de género, al ser prácticamente todas las empleadas de este sector mujeres.

Efectivamente, más del 90 % de las empleadas del hogar son mujeres; y la mayoría, extranjeras. Pero si nos fijamos en las que están dadas de alta en la Seguridad Social, las españolas representan algo más de la mitad; concretamente, el 56 %. Ello significa que la precariedad recae con más intensidad en las mujeres de origen inmigrante. Su perfil es joven y, si nos fijamos en las que tienen contrato, su tasa de temporalidad roza el 65 %. Por ubicación, casi 1 de cada 3 empleadas del hogar está en Madrid.

Es muy importante hacer hincapié en la idea de que los cambios no serán inmediatos, ya que la OIT da este periodo de un año para llevar a cabo la adaptación.

Derecho a vacaciones y prestación por desempleo, los principales cambios

Aproximadamente, unas 630.000 empleadas domésticas cuidaron de todos en tiempos de pandemia, cuando la sociedad no podía permitirse prescindir de los cuidados. Este sector, que es, sin duda, esencial, tendrá reconocidos los derechos de los que gozan el resto de las personas trabajadoras. Destacan:

  • Igualdad de trato: derecho a descansos, vacaciones e inspecciones de Trabajo.
  • Protección social: destaca el derecho a la prestación por desempleo.
  • Además, las trabajadoras domésticas deberán ser informadas sobre sus condiciones de trabajo, de una forma adecuada, veraz y comprensible, y con un contrato por escrito.

La trascendencia de la ratificación del Convenio 189 de la OIT es mucho mayor de lo que podemos imaginar. Además de obligar al Estado a brindar condiciones de trabajo dignas para un sector concreto, reconoce la importancia de la contribución del trabajo doméstico a la economía mundial.