Los delitos sexuales y los de tráfico de drogas crecen en torno al 10% en un contexto de bajada general de la criminalidad, con el índice en mínimos históricos

Aunque la tasa de criminalidad ha bajado a mínimos históricos en los nueve primeros meses del año, los delitos sexuales han registrado una subida alarmante. Así, con respecto a 2019, el año con el que Interior considera más coherente comparar la estadística de 2021, los delitos sexuales han aumentado un 9,2%.

En total, desde enero hasta septiembre, se han contabilizado 12.638 delitos contra la libertad e indemnidad sexual. 1.601 de ellos, el 12,7%, fueron agresiones sexuales con penetración. En 2019, se habían registrado más de un millar menos: 11.571, con 1.405 entre los delitos que incluían penetración. Según el Ministerio del Interior, no debe buscarse únicamente el origen de este aumento en que se produzcan más casos, sino en que las políticas activas y una mayor conciencia social propician que las víctimas se atrevan más a presentar una denuncia.

Aunque desde USO consideramos que sí hay un cambio social en cuanto al arrope de la víctima, mantenemos que es inadmisible este número de ataques sexuales. Deben establecerse mayores medidas de protección a la mujer mientras no se instale en la sociedad un cambio real de mentalidad.

Muy al contrario, en USO nos preocupa que los patrones de relaciones sexuales que se difunden a través de internet o el aumento de consumo de pornografía entre los jóvenes esté detrás de este aumento de violencia sexual y de una pérdida de conciencia frente a la violencia sexual y de género entre nuestra juventud.

Unas jornadas especialmente negras para los delitos sexuales

Los datos sobre agresiones sexuales son solo las cifras globales de casos que vamos conociendo cada semana. Detrás de cada uno de esos números, hay una o varias víctimas. No todos ven la luz pública, pero hay días en los que la crónica de agresiones a las mujeres se vuelve especialmente negra.

En las últimas semanas, se han presentado 4 denuncias por agresión sexual en la localidad guipuzcoana de Zumaia, tras las cuales podría estar un único agresor. Un hombre ya ha sido detenido bajo esta acusación. Y especialmente grave, por haber puesto incluso en peligro su vida, ha sido la agresión que ha padecido una adolescente de 16 años en Igualada, Barcelona.

Son la punta del iceberg de un problema social que sigue teniendo a la mujer como diana de miles la violencia machista. Una pata más, la violencia sexual, de la violencia de género, que está detrás del asesinato de 36 mujeres en lo que llevamos de 2021 y de 1.117 desde enero de 2003, cuando se singularizó este delito a efectos estadísticos.

Un peligro para la salud pública: los delitos por drogas, también en aumento

Son pocos los tipos delitos que han reputando este año. Además del aumento de delitos sexuales, llama la atención el incremento de los relacionados con el tráfico de drogas. Una subida que roza el 10% y que está detrás de 13.944 infracciones en 2021, frente a 12.693.

El consumo de drogas encontró un caldo de cultivo muy propicio en el confinamiento. Muchas personas aumentaron su dependencia de sustancias tóxicas o cayeron en ellas por la especial presión psicológica de la situación tan radical que vivimos como sociedad y a nivel personal.

Con la vuelta al trabajo, la figura del delegado de prevención se ha vuelto clave para detectar problemas de adicción entre la plantilla y para diseñar medidas y planes de prevención que contemplen este tipo de conductas.