Un informe de la Organización Internacional del Trabajo ha presentado por primera vez cifras comparables a escala internacional sobre el porcentaje en el PIB de las rentas salariales. En él, se corrobora que la desigualdad salarial sigue siendo un grave problema generalizado a nivel global.

El 10% de los trabajadores perciben el 48,9% de la remuneración mundial, mientras que los trabajadores con salarios más bajos reciben solo el 6,4%. Además, el 20% de los trabajadores con ingresos más bajos perciben menos del 1% del ingreso laboral mundial, una cifra que no ha cambiado prácticamente a lo largo de los últimos 13 años.

“El informe dado a conocer por la OIT muestra una desigualdad endémica en los salarios de los trabajadores a nivel global. Aún así, el efecto se mostraría más grave de contemplarse el impacto de la economía informal en dicha estadística, ya que la mayoría de los ingresos de la población trabajadora, un 60 % en el mundo, no dispone de empleos reglados”, apunta Javier de Vicente, secretario confederal de Acción Internacional y Desarrollo Sostenible.

Los datos muestran que la desigualdad de los ingresos laborales se ha visto reducida desde 2004; sin embargo, no se debe a una reducción de la desigualdad en los países, sino a la creciente prosperidad de las economías más poderosas del mundo, como China o India. El informe también constata que, a nivel mundial, la proporción del ingreso nacional de los trabajadores está disminuyendo considerablemente, pasando de un 53,7% en 2004 a un 51,4% en 2017.

“Para USO, la tendencia más grave que arroja el informe es la referida a la disminución, por 13 años consecutivos, del peso de la rentas del trabajo frente a las rentas del capital en la composición del PIB mundial. Este dato indica que el reparto de la riqueza está absolutamente alejado de la Justicia Social a la que se comprometieron los países signatarios de la OIT”, finaliza De Vicente.