A lo largo de los diez días que ha durado la COP25 en Madrid, el responsable confederal de juventud de USO, Pablo Trapero, ha acudido a diversos encuentros con jóvenes en la Zona verde del IFEMA.

Si bien es cierto que la imagen de la lucha juvenil contra la emergencia climática recae a nivel mundial en la joven activista sueca Greta Thunberg, son muchas las personas jóvenes que día a día luchan en sus ámbitos contra el cambio climático, y siguiendo el movimiento mundial “Fridays for future”, muchos viernes hemos visto cómo miles de jóvenes en todo el mundo han protestado contra el cambio climático.

En el caso de España, la gran manifestación del pasado 27 de septiembre no hizo más que evidenciar la fuerza de las asociaciones juveniles y estudiantiles con la gran manifestación que recorrió no solo el centro de la capital de España, sino las cientos de manifestaciones que ese día tuvieron lugar en todo el país. Manifestaciones que tenían un denominador común: fueron promovidas por personas jóvenes y el resto de la sociedad, nos sumamos a ellas.

La Cumbre por el Clima, más conocida como COP25, ha sido un escenario único para concienciar de la emergencia climática, sus consecuencias, pero también ha sido una oportunidad para dar a conocer las inquietudes de la gente joven respecto a este problema. “Un problema del que la juventud no somos culpables al 100%, sino que hemos heredado de generaciones anteriores”, apunta Pablo Trapero.

La COP 25 se inauguró en la Zona Verde con la lectura del manifiesto que 500 jóvenes de todo el mundo elaboraron en la pre-COP de Nueva York y donde se les impidió leerlo. Dicho manifiesto habla de los problemas de presente y futuro que supone el cambio climático, cómo cambiaría el paisaje de muchas ciudades y la emergencia con la que deben actuar los diferentes gobiernos.

Además, la gente joven concienciada con su entorno cree que hacer cambios en nuestra alimentación como apostar por el producto de temporada o por el kilómetro cero (alimentos producidos en el entorno) haría disminuir la huella ecológica, emisiones de carbono y se daría la oportunidad a pequeños productores. En definitiva, apostar por una economía circular y de proximidad, a corto y medio plazo puede ser una de las soluciones para combatir el cambio climático sin que ello suponga cambios drásticos en nuestra alimentación o forma de consumir.

Otra de las formas de luchar contra la emergencia climática y el ahorro de agua es cultivar productos autóctonos en los terrenos, por ejemplo, en una zona de pocos recursos hídricos no tiene sentido sembrar árboles o plantas que requieran mucha agua para su desarrollo. Es decir, “luchar contra el cambio climático y contra la desertificación no es “teñir de verde” los campos porque sí, sino ser también respetuosos y respetuosas con los recursos hídricos y tener conciencia sobre qué cultivos son los mejores para cada tipo de suelo”, destaca Trapero.

Según un informe de la FAD, presentado en la COP25, la juventud hoy en día enarbola tres banderas; igualdad, defensa de la diversidad y conciencia medioambiental. Además, desde el año 2000, los valores de las personas jóvenes han cambiado y ahora se definen honradas, leales y trabajadoras. Un 70% de las personas jóvenes está concienciada en la lucha contra el cambio climático, seguido de la igualdad entre mujeres y hombres. En cuanto a la acción, la mayoría cree que la acción individual es la más influyente como parte de la causa medioambiental y lleva consigo unos cambios en el estilo de vida para lograrlo.

Si en algo coinciden los diferentes estudios y posicionamientos de la juventud en cuanto a la lucha contra la emergencia climática es que esa acción ecologista que se lleva a cabo desde la juventud es una acción democrática, feminista y donde no debe haber diferencias entre el norte y el sur.

“La gente joven ha demostrado en la COP25 que están a la altura necesaria para combatir los retos que tiene por delante en cuanto a la lucha contra el cambio climático, no han tenido problemas en poner entre las cuerdas a dirigentes europeos, nacionales e internacionales cuando les han preguntado sobre acciones concretas y han dejado claro que esta lucha nos afecta a toda la población y que solo con medidas conjuntas, pero también con una parte imprescindible de concienciación individual y del entorno, podremos conseguir que nuestro Planeta, siga viviendo” concluye Trapero.