El paro juvenil duplica al general y se precarizan contratación y jornadas, además de que no se utilizan los contratos de formación y prácticas

El paro juvenil en España sigue siendo el más alto de Europa, y eso a pesar de que en España hay cada vez menos jóvenes. A pesar del constante crecimiento de la población, el último Padrón registra una bajada del 0,19 % en las personas menores de 30 años. En total, representan el 29,44 %, algo menos de 14 millones (13.977.323). Hace diez años, suponían el 31,16 %.

Es uno de los datos del informe que Juventud-USO actualiza cada año, con motivo del Día Internacional de la Juventud, con la situación sociolaboral de esta población.

Pero, además de pocos jóvenes, Juventud-USO denuncia que están en peores condiciones. El paro juvenil sigue siendo el más alto de Europa, y más que duplica la tasa general (27,19 % frente al 12,87 %).

Esto, en un contexto en el que los jóvenes tratan de incorporarse más al mercado laboral, con un aumento de algo más de un punto tanto de la tasa de actividad como de la de empleo en el último año.

“El perfil que más se repite entre los parados jóvenes es el de una mujer, de 25 a 29 años, con estudios básicos o no acreditados, y que lleva entre uno y tres meses buscando empleo en el sector de los servicios. Por el contrario, en la misma edad y sector, los hombres son el perfil más repetido entre las personas menores de 30 años afiliadas a la Seguridad Social”, aporta Lourdes Pedrazuela, secretaria de Poíticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.

Los contratos en prácticas y formación suman apenas el 1 %

Con respecto a la estabilidad en la contratación, prácticamente se han multiplicado por 10 los fijos discontinuos jóvenes y descienden los contratos a jornada completa. De hecho, solo la mitad contempló el tiempo completo.

“Son unos datos similares a los que registra la población habitual, con un aumento significativo de las jornadas parciales y discontinuas que impiden la estabilidad. Pero, además, en la juventud nos llama la atención especialmente que no se utilicen más los contratos específicos para ellos: los de formación únicamente representaron el 0,4 % y los de prácticas, el 0,8 %”, relata Pedrazuela.

La secretaria de USO reivindica “una mayor correlación entre los estudios y la primera experiencia laboral, dotando de presupuestos y personal los planes de la FP dual y exportando ese modelo a la universidad. No puede haber un salto insalvable entre acabar los estudios y el primer empleo, debe facilitarse que sea algo automático”.

Por todo ello, a Lourdes Pedrazuela no le extraña la percepción pesimista que la propia juventud expresa de su futuro: “si no hay ese trampolín que permita trabajar de lo que te formas, si no encuentras un primer empleo, si después solo tienes contratos precarios… es lógico que tengan una mala imagen de las oportunidades con las que contarán o que vean en España una mayor precariedad que en el resto de Europa”.

Vuestros límites no nos frenan

Por ello, Juventud-USO ha planteado su campaña con motivo del 12 de agosto centrada en saltarse los límites: “Vuestros límites no nos frenan”. “No quieren ir con ‘la L’ por la vida. No quieren ser los eternos becarios porque no pueden trabajar o no cobran o no tienen contrato. De hecho, una de las grandes medidas abandonadas por el parón político ha sido el Estatuto del Becario. USO espera que el nuevo Gobierno, tenga el color que tenga, priorice su aprobación para que las prácticas sean una oportunidad y no un cheque en blanco”, exige Lourdes Pedrazuela.