La OIT calcula que aumentarán en 18 millones los empleos si se apuesta por la sostenibilidad, entre los que se encuentran los relacionados con las energías renovables o la eficiencia energética

La Secretaría de Internacional y Desarrollo Sostenible analiza los nuevos empleos relacionados con la sostenibilidad que pueden emerger, especialmente los vinculados a la economía circular, a las energías renovables y a la búsqueda de nuevas fuentes energéticas.

Apostar por la transición ecológica es apostar por el empleo

En 2018, la OIT ya elaboró un informe en el que analizaba cómo, a pesar de que las medidas para hacer la energía más sostenible podían suponer la pérdida de unos 6 millones de puestos de trabajo en el mundo, al mismo tiempo podían generar 24 millones de empleos nuevos. Entre las conclusiones del informe “Sostenibilidad medioambiental con empleo”, destacan las siguientes afirmaciones:

  • La transición hacia la sostenibilidad agrícola y la economía circular dará lugar a más y a mejores puestos de trabajo. La crisis actual apunta hacia una relocalización de la producción y, con ella, se deben adoptar políticas agrícolas más sostenibles. Estas políticas deben servir para crear empleo en las medianas y grandes explotaciones ecológicas y para permitir a los pequeños agricultores diversificar sus fuentes de ingresos a través de una transición a la agricultura de conservación.
  • La adopción de una economía circular hará hincapié en la reutilización, el reciclaje, la refabricación y la reparación de bienes podría crear empleo en todo el mundo, sustituyendo el modelo tradicional de “extraer, fabricar, utilizar y desechar”.
  • Desde el punto de vista del empleo, la sostenibilidad medioambiental es fundamental. De hecho, la creciente frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales causadas o agravadas por la humanidad provocaron la pérdida mundial de años de vida laboral equivalente al 0,8 % de un año de trabajo. De cara al futuro, los aumentos de temperatura previstos harán que el estrés térmico sea más común, reduciendo el número de horas de trabajo en un 2 % a nivel mundial para 2030 y afectando a la vida laboral de los trabajadores. En la actualidad, 1.200 millones de puestos de trabajo dependen directamente de la gestión eficaz y la sostenibilidad de un medio ambiente sano (agricultura, pesca y silvicultura). La transición hacia una economía verde no solo es urgente por el bien del planeta, sino que también es compatible con la mejora del trabajo decente.
  • La adopción de políticas complementarias pueden promover el empleo y mitigar los efectos del cambio climático. Ciertas políticas de mitigación (como la limitación del aumento de la temperatura promoviendo, por ejemplo, las energías renovables) pueden servir de incentivo para que las empresas desarrollen y adopten tecnologías más eficientes, impulsando así el empleo en ocupaciones clave; así como la productividad. Las políticas de adaptación (por ejemplo, la conversión a prácticas agrícolas resistentes al clima) también pueden crear empleo a nivel local. El marco jurídico puede incentivar la ecologización de la economía, garantizando al mismo tiempo el trabajo decente en los nuevos sectores emergentes.

¿En qué consisten los empleos y las empresas verdes?

Los empleos verdes se definen como aquellos que:

  • reducen el consumo de energía y materias primas;
  • limitan las emisiones de gases de efecto invernadero;
  • minimizan los residuos y la contaminación;
  • protegen y restauran los ecosistemas,
  • y permiten a las empresas y comunidades a adaptarse al cambio climático.

Además, los empleos verdes tienen que ser decentes. Pueden encontrarse en cualquier sector económico y en cualquier empresa, incluido el sector de bienes y servicios medioambientales. El sector rural ofrece también muchas oportunidades para la creación de empleos verdes.

Las empresas son actores clave para guiar y sostener la transición hacia una economía baja en carbono y eficiente en recursos. Para las empresas, ser verde implica adoptar productos verdes, servicios verdes y/o procesos y tecnologías verdes. La adopción, por ejemplo, de un modo de producción circular proporciona beneficios de costes a corto plazo, nuevas herramientas de beneficios y oportunidades estratégicas a largo plazo. Las empresas que adoptan un modelo circular de producción pueden reducir las facturas de materiales y los riesgos de garantía, mejorar la interacción y la fidelidad de los clientes, reducir la complejidad de los productos y ciclos de vida más manejables.

¿Qué empleos verdes van a ser los más demandados?

Para avanzar en la economía circular, se van a necesitar formaciones específicas enfocadas en negocios incipientes como el hidrógeno renovable; expertos en nuevos materiales; ingenieros en nuevas energías o informáticos de big data. Estos perfiles se encuentran entre los ingenieros, biólogos, físicos, ingenieros industriales, ingenieros químicos e ingenieros de procesos.

Otro sector con un peso importante es el de las energías renovables. El estudio de la OIT afirmaba que en el periodo de 2018-2030, los puestos de trabajo relacionados con esta fuente de energía podían crecer en un 11 %. Las estructuras para generar energía solar, eólica, geotérmica o maremotriz requerirán de grandes inversiones y puestos de trabajo para instalar, mantener y monitorizar toda esa infraestructura.

La búsqueda de nuevos materiales más sostenibles para avanzar hacia la producción de combustibles de baja huella y materiales circulares también están impulsando los perfiles investigadores (científicos, ingenieros químicos, de procesos, expertos en materiales, etc.).

Asimismo, los empleos relacionados con la gestión de las infraestructuras de energía renovable o la monitorización y el análisis de los datos que generen requerirán de especialistas en este ámbito. También serán necesarios nuevos puestos de trabajo vinculados al marketing de los productos y los servicios alineados con las nuevas exigencias medioambientales.

La perspectiva de la sostenibilidad medioambiental adquirirá cada vez mayor relevancia también en otras disciplinas, como en el caso de los educadores, los diseñadores o los constructores.