España mantiene una alta pobreza estructural y crece la brecha con los más pobres. 566.000 hogares no tienen ningún ingreso

Ingresos y gastos: Una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida es el estudio que han publicado la Fundación Foessa y Cáritas Española para analizar la situación de los hogares españoles y medir todos los tipos de pobreza, también la estructural. Los datos sobre los hogares, en el contexto económico actual, evidencian las desigualdades que enfrenta la población en el mercado laboral, la vivienda y la alimentación. Y, en general, el informe visibiliza la realidad de la pobreza en España.

El estudio compara los datos que se ofrecen desde el Instituto Nacional de Estadística en el año 2022, analizando la situación de 2021. Y, si bien la población en riesgo de pobreza ha pasado de un 21,7 % a un 20,4 %, en el texto se advierte de que no debemos dejarnos llevar por el optimismo, pues existen condiciones estructurales sin resolver y que afectan a muchas familias españolas, negándoles el acceso a condiciones de vida dignas y condenándolas a la pobreza.

Aunque estas cifras deberían suponer un impacto positivo, éste no se ve reflejado en la calidad de vida de la población.

Política fiscal contra los efectos de la inflación

De acuerdo con el informe, la economía española ha sido resistente al contexto mundial y ha logrado sortear obstáculos. Sin embargo, tiene desafíos bastante considerables, como la inflación persistente. En ese sentido, las políticas fiscales y los estímulos públicos resultan fundamentales para lograr fortalecerla.

“Aunque ha habido en algunos casos un mal uso del descuento fiscal de los productos básicos, la medida no es quitarlos, sino investigar esos fraudes. Los ministerios se han ido pasando la pelota sobre quién debía investigar la absorción de precios en algunos productos en lugar de atajar esa especulación. Pero lo que tenemos claro en USO es que no pueden quitarse de golpe esos incentivos o entraremos en un escenario de hiperinflación de los productos básicos y asfixia de la economía familiar”, puntualiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.

Mercado laboral ralentizado

Respecto al mercado laboral, el informe considera que se presenta dinámico, el paro ha disminuido y la afiliación va en aumento. La tendencia observada hasta el primer trimestre de 2023 es positiva, con más empleos y más horas. Sin embargo, debemos tomar con cautela esta información, ya que en los últimos meses se ha observado una ralentización y también hay que tener en cuenta que, con la reforma laboral de 2021, se ha reducido la temporalidad formal.

“Es un análisis similar al que hacemos desde USO. Mejoran los números, pero simplemente con profundizar un poco en la primera capa de datos, ya se ve que la situación real no es tan positiva. De hecho, la duración de los contratos es menor que antes de la pandemia y la reforma. Y, por otro lado, hay más cotizantes, pero que trabajan menos horas. Menos horas, menos sueldo, más pobreza”, sentencia Pérez.

En USO reclamamos más vigilancia en la finalización de los contratos indefinidos y mayores restricciones al despido fácil y gratuito. Porque, tras la reforma, el contrato indefinido ha dejado de ser sinónimo de estabilidad y el fijo discontinuo, el nuevo comodín para obra y servicio.

Riesgo a nivel prepandémico, pero crece el umbral de pobreza

De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida 2022, la tasa de riesgo de pobreza volvió a valores prepandémicos, pero el umbral de pobreza es mayor. Esto se traduce en que las mayorías han experimentado una mejora, mientras que los hogares sin ingresos están aún peor que antes de la pandemia.

En 2023, 566.000 hogares carecen de cualquier tipo de ingresos, apenas 10.000 menos que en 2022. Hay un colectivo descartado y excluido, al margen de los posibles beneficios de las recuperaciones económicas, y cuya situación responde a una pobreza que ya es estructural.

Este colectivo de población enfrenta peores condiciones de vida que no paran de deteriorarse: no pueden mantener una temperatura adecuada en la vivienda ni una dieta básica; y no tienen la capacidad de poder hacer frente a gastos imprevistos.

En el informe de Foessa y Cáritas, se tienen en cuenta las complejas dinámicas que impactan en las condiciones de vida de la sociedad española. El mayor déficit se encuentra en el tema de gastos, principalmente en el de vivienda.

Del mismo modo, destaca que deben hacerse esfuerzos por disminuir la precariedad laboral; contar con una Seguridad Social robusta y efectiva, y políticas públicas que garanticen el acceso a una vivienda adecuada; educación y salud asequibles y de calidad. En definitiva, asegurar que ninguna persona se quede fuera del sistema y su paraguas protector.

Retos y desafíos con los que combatir la pobreza estructural

Algunos de los retos y desafíos que plantea el informe son los siguientes:

  • Planificar y coordinar políticas de empleo focalizadas en colectivos con un acceso más complicado al mercado laboral.
  • Abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral. Actuar contra la temporalidad y brindar estabilidad a las personas trabajadoras; combatir la parcialidad de las jornadas de trabajo y mejorar ingresos, garantizando que su salario refleje el valor social de su trabajo.
  • Realizar cambios legislativos para garantizar los derechos de las trabajadoras del hogar.
  • Establecer un sistema de garantía de ingresos mínimos con cobertura suficiente, con tramitación simplificada y que facilite que todas las personas que accedan a ella consigan unas condiciones mínimas de bienestar considerando precios reales, coste de la vida y composición familiar.
  • Acceso a una vivienda digna y adecuada, a través de políticas públicas que garanticen el acceso a este derecho.
  • Acciones concretas y efectivas de intervención en vivienda: ampliar el número de viviendas sociales en alquiler, incrementar el número de viviendas de emergencia y que nadie se quedase sin techo por adversidades económicas.

Medidas urgentes para el mercado laboral

Desde USO, “somos conscientes de la realidad de la pobreza estructural expuesta en este informe y compartimos gran parte del análisis y las soluciones propuestas. Mientras este es el día a día de la población, vemos cómo el Congreso y las instituciones están paralizadas, con preocupaciones muy alejadas de las de la ciudadanía. Urge tener un Ejecutivo que ponga en marcha medidas inmediatas de empleo para luchar contra la pobreza desde un pilar básico: un trabajo digno”, exige Joaquín Pérez.

El secretario general de USO tiende la mano tanto al futuro Gobierno como a los grupos parlamentarios para acometer grandes políticas de Estado. “El empleo, la legislación laboral y las medidas de protección social no son una cuestión ni de uno o dos ministros ni de una reunión a puerta cerrada. Debe haber un mayor aperturismo, escuchar opiniones e ideas, y dejar de lado los roces partidistas para trabajar por un país a largo plazo. En USO tenemos propuestas sobre jornada laboral, empleabilidad, despidos y salarios, siniestralidad laboral… que creemos que pueden mejorar la calidad de vida de las personas. Pedimos que los políticos se dejen de debates estériles y busquen soluciones para todos. La pobreza se reduce con empleo digno, no con enfrentamiento”, sentencia.