La Federación de Empleados Públicos de USO Asturias, a través del secretario general de la Sección Sindical de USO en el Ayuntamiento de Gijón y sus Organismos Autónomos, Ignacio Bombín, ha presentado una denuncia ante el juzgado de guardia por la aparición de una grabadora oculta en una caja en la cabina de control del Museo del Ferrocarril.

En estas instalaciones, presta servicio personal del museo, tres de los cuales son representantes de los trabajadores -dos de ellos de USO-. Se ignora cuántas veces se había usado previamente ni quién la ha colocado allí. El dispositivo fue descubierto por casualidad el pasado 9 de abril, durante las labores especiales de limpieza que se realizan los días de cierre al público. La grabadora llevaba once horas grabando, lo que indica que fue colocada o activada el domingo a las 9 de la noche, y tenía capacidad para registrar hasta 50 horas seguidas. Los compañeros de FEP-USO ignoran, no obstante, si era la primera vez que los espiaban.

USO considera que las grabaciones ocultas llevadas a cabo “son una clara vulneración del derecho a la intimidad de los trabajadores, así como al secreto de las comunicaciones, derechos fundamentales recogidos en la Constitución”. Aunque desde un principio se pusieron en conocimiento del ayuntamiento, los representantes de la USO no obtuvieron ninguna respuesta satisfactoria que justificase la presencia de dicho dispositivo, lo cual “nos obligó a poner los hechos en conocimiento de la justicia, para que incoe el procedimiento correspondiente para esclarecer los hechos y depurar responsabilidades”, concluye Bombín.

El Museo del Ferrocarril forma parte de las Fundaciones y Patronato Municipal de Cultura y Deporte, con unos 300 trabajadores y un comité de empresa de 13 delegados, de los cuales tres (dos de USO) prestan servicio en el museo. El próximo 31 de mayo se celebran elecciones sindicales para renovar a todo el comité, hecho que los trabajadores ven como único motivo por el que alguien podría querer espiarlos.