Las agresiones físicas y verbales contra el colectivo LGTBIQ+ se disparan hasta el 16,25% mientras España pierde posiciones en el ranking europeo de derechos
El colectivo LGTBIQ+ representa en España al 11,1% de la población, de acuerdo con el barómetro 3501 del CIS. Es decir, aproximadamente 5.000.000 de personas en nuestro país son parte de esta comunidad
A día de hoy, en España hemos avanzado en la materialización y respeto de los derechos de la comunidad LGTBIQ+, generando políticas públicas inclusivas y pretendiendo generar espacios libres de odio y discriminación.
España, quinto lugar en el Rainbow Map 2025
Sin embargo, en el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, debemos recordar que garantizar derechos es tarea de todos los días. Según el Rainbow Map 2025, elaborado por ILGA-EUROPE, España ha dado cumplimiento a un 74 % de las obligaciones legislativas y compromisos en materia de políticas públicas.
A primera vista, podría ser un buen resultado. Sin embargo, en nuestro país, significa un estancamiento que rompe con la trayectoria creciente que se había experimentado en los años anteriores de respeto y garantía a los derechos de esta comunidad. De esta forma, en 2025, podemos identificar una ausencia de voluntad política que ha ocasionado la caída de un lugar en el ranking, ubicándose en el quinto puesto.
El cumplimiento de derechos debe ser progresivo. Es decir, no puede haber ni un paso atrás en los derechos, adquiriendo el Gobierno el compromiso de no vaciar de presupuesto las políticas públicas, instituciones y, en general, continuar con un plan programático que permita garantizar los derechos de la comunidad LGTBIQ+ de forma integral.
En ese sentido, desde USO exigimos que no se dé ni un paso atrás en materia de derechos LGTBIQ+ y que se recupere el impulso, permitiendo continuar con la trayectoria de protección a derechos que hasta ahora ha caracterizado a España.
No todo es cuestión de políticas públicas, leyes y normativa
Junto con las responsabilidades del Gobierno, todos, como sociedad, tenemos una obligación fundamental: eliminar cualquier tipo de discriminación contra la población LGTBIQ+. Debemos luchar contra estereotipos, estigmas, muestras de intolerancia, agresiones y delitos de odio y no ridiculizar identidades y/o expresiones de género.
En 2025, de acuerdo con el informe Estado del Odio LGTBI+, editado por la FELGTBI+, las agresiones físicas y verbales se han incrementado. En ese sentido, un 20,3 % de las personas LGTBI+ sufrió acoso; un 25,25 %, discriminación y un 16,25 %, agresión física o verbal. Resulta preocupante el crecimiento de la violencia física o verbal, que en 2025 se ubica en 16,25 %, frente a un 6,80 % de 2024.
La FELGTBI+ explica que el número de personas se traduce en 819.000 víctimas de acoso, 1.282.500 víctimas de discriminación y 812.000 víctimas de agresión física o verbal. De acuerdo con este informe, las personas con mayor riesgo de sufrir odio y agresiones tienen edades entre los 25 y 34 años, especialmente las personas trans. Contar con menores ingresos incrementa también el riesgo de sufrir estos ataques.
Así, los factores de discriminación actúan de forma conjunta, potenciando situaciones de vulnerabilidad de las personas LGTBIQ+ de acuerdo a su situación económica. En el ámbito laboral, el 8,5 % de las personas LGTBI+ han vivido situaciones de discriminación o tratos desiguales en su entorno laboral.
Ser LGTBIQ+ es orgullo y lucha
En este contexto, desde USO exigimos a las autoridades redoblar esfuerzos por garantizar los derechos de todas las personas LGTBIQ+. No se trata solamente de contar con leyes, sino de materializarlas y garantizar plenamente los derechos de la población. Esperamos que la Estrategia Estatal por la igualdad de trato y no discriminación se convierta en un instrumento efectivo y eficaz para garantizar la no discriminación de la población LGTBIQ+.
Pedimos a toda la población que contribuyan a generar espacios seguros, inclusivos, libres de discriminación y violencia para las personas LGTBIQ+; eliminar la presunción de heterosexualidad y el hacer pública la homosexualidad forzadamente; combatir los estereotipos y estigmas, así como las violencias normalizadas, agresiones y delitos de odio. Todo esto es tarea social en la que estamos fallando, necesitamos sumar esfuerzos y voluntades para eliminar todas estas prácticas que no solo lesionan la dignidad de las personas sino que nos dañan también como sociedad.
Ser LGTBIQ+ es motivo de orgullo, un sinónimo de lucha, reivindicación y celebración. Nadie debe sentir vergüenza por su orientación sexual, identidad y/o expresión de género. Al contrario, es un ejercicio de libertad que debe ser garantizado, valorado y respetado.
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