¿Cómo fijar población joven en el mundo rural? El seminario de USO y EZA analiza la problemática y busca soluciones
Primera jornada del seminario “La Europa vaciada y envejecida: ¿Qué oportunidades laborales necesitan los jóvenes para no abandonar los pueblos?”, organizado por USO y EZA en Santiago de Compostela, para buscar soluciones al empleo joven y otras oportunidades en el mundo rural.
El seminario en Galicia forma parte del proyecto conjunto con MCL-EFAL, de Italia, para analizar las diferentes aristas de la despoblación en Europa. En una primera serie de jornadas, en 2023, se extrajeron las conclusiones generales sobre las principales causas del envejecimiento y la despoblación. A partir de ahí, USO, EZA y MCL-EFAL han estudiado en profundidad dos de las causas principales: el éxodo de la mujer, que arrastra después a los hombres, y, en esta ocasión, el de los jóvenes.
La Diretora Xeral de Xuventude de la Xunta de Galicia, Lara Meneses, ha dado la bienvenida a todos los ponentes, procedentes de cinco países y de varias comunidades autónomas. En su alocución, ha destacado algunos de los intentos por fijar población joven al territorio rural. Entre ellos, oficinas de orientación y emprendimiento.
Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Gestión de Proyectos de USO, y Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación, introdujeron las conclusiones de los anteriores seminarios como punto de partida, y los objetivos de esta nueva serie, que tendrá una segunda parte en Italia en enero.
Por último, Piergiorgio Sciacqua, copresidente de EZA, anunció que este proyecto conjunto tendrá continuidad en el futuro, pues las conclusiones de los diferentes seminarios se han materializado en proyectos y en demandas concretas a las Administraciones.
La Europa envejecida
Gabriel Garnelo, secretario general de USO-Ponferrada, y Miguel Rivero, coordinador de USO-Asturias, esbozaron los principales problemas que afrontan los territorios envejecidos. Así lo recordó Garnelo: “Europa es el viejo continente, pero ahora es también el continente viejo. Y aquí tenemos los ejemplos más sangrantes: Asturias, la comunidad más envejecida; o Zamora, la provincia con una mayor edad media de todo el continente”.
Entre los principales problemas del relevo poblacional y la mano de obra, se ha destacado la desconexión entre la formación y la empleabilidad. Algo que se nota especialmente en las áreas rurales, donde las oportunidades de trabajo son menores.
“Formación sanitaria y de cuidados, que siempre hace falta en la zona rural, más envejecida y con más personas dependientes. Pero también con salarios y condiciones dignas. Porque leemos que hay muchos empleos sin cubrir, muchos de ellos relacionados con la hostelería o la agroganadería. Pero, ¿qué condiciones ofrecen? Eso también puede echar a las personas de la zona rural. También de la urbana, claro”, expuso Rivero.
Paulo Caetano, presidente de CFTL, de Portugal, compartió algunas de las reflexiones con los españoles. Y acuñó el éxodo joven como una “herida invisible” que también trae consigo una pérdida de vitalidad en el territorio.
Por último, el presidente regional de MCL de la Toscana, Pierandrea Vanni, resumió algunas de las ideas en cuanto a educación. Y destacó que no solo se trata de oferta, sino de formar a los propios docentes rurales y cuidarlos como garantes del futuro de las zonas.
Sin formación, no hay jóvenes, no hay futuro
La formación centró buena parte del debate de la segunda mesa, como una de las causas principales de la huida de los jóvenes de la zona rural.
Especialmente gráfica fue la exposición desde la experiencia en primera persona de la responsable de Juventud de la Federación de Servicios de USO-Galicia, Nerea Serantes. La joven explicó cómo la falta de oferta de ciclos formativos en una zona concreta, la Costa da Morte, expulsó a gran parte de sus amigos hacia A Coruña o Santiago de Compostela. “Y no porque nos quisiéramos ir, como muchas veces se dice de la juventud, sino porque no podíamos quedarnos”.
¿Educación superior? Los ponentes coinciden en que formarse no significa únicamente contar con un grado universitario o un máster. Y es precisamente en la formación profesional o los certificados profesionales donde está el futuro de la formación apegada al territorio. No son viables demasiadas universidades, una universidad por pueblo, pero sí ciclos formativos o certificados con futuro laboral en una comarca concreta.
Estudiar para trabajar en el mundo rural
Entre los casos de éxito de fijación de población joven al territorio, la formación dual ha sido la protagonista. Tanto en España como en Portugal, Rumanía e Italia se está potenciando la formación dual, que permite introducirse en el mercado laboral mientras se estudia. Y, además, empresas del territorio.
Maria Reina Martin, presidenta de Fidestra, en Portugal, repasó algunos de los intentos en los que ha participado en su país. Pero sí quiso resaltar las trabas que alguna vez se han encontrado: “no me puedes pedir un número mínimo de alumnos para instaurar un ciclo formativo en una zona donde precisamente el problema es que no hay jóvenes”.
Nuria Fernández, que dirige el Departamento de Agraria del Instituto de Educación Secundaria de Tineo, en Asturias, siguió la misma dirección: “tenemos pocos alumnos. Porque, en la zona rural, algunos empleos son poco atractivos para los jóvenes, pero, poco a poco, vamos creciendo. Y son personas que se forman, que tienen una oportunidad de empleo y que, además recuperan nuestro patrimonio y cultura inmaterial”.
Un repaso por todos los nichos de empleo que puede tener la juventud en las zonas rurales cerrará el seminario en la última jornada.
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