Servicios, cuidados, sanidad y empleos propios del mundo rural, entre las oportunidades laborales para los jóvenes en los pueblos
USO y EZA han cerrado su seminario en Santiago de Compostela sobre las oportunidades para los jóvenes en el mundo rural y evitar la despoblación. En la segunda jornada de debates, se buscaron nichos de empleo para la juventud en el medio rural. Enlazando con la educación, sobre todo la dual, y con los servicios públicos, han sido precisamente los servicios a la población los protagonistas.
Todos los ponentes coinciden en que nadie se queda en la zona rural si no hay servicios. Y estos, a su vez, deben ser cubiertos por trabajadores locales. Los cuidados y la sanidad concitan las principales necesidades y, especialmente el sector sanitario, es un sector atractivo para la juventud. Prestar servicios públicos se convierte así en dos formas de atraer y fijar población.
El reto demográfico: un problema global
Una de las principales conclusiones de este seminario es que se ha intentado abordar el problema de la despoblación y del envejecimiento con políticas locales y microprogramas. Sin embargo, el reto demográfico es global. Los problemas de despoblación y falta de jóvenes atañen a Europa, pero también a otros países, especialmente del mundo desarrollado.
Por ello, las organizaciones presentes han pedido políticas supranacionales, que después se gestionen en el territorio, pero que sigan una línea común y aúnen esfuerzos. Eso sí, han coincidido los ponentes: las políticas pueden ejecutarse desde los centros de decisión, pero deben gestarse en los pueblos, en el terreno que conoce la problemática. O serán políticas fallidas y despegadas de la realidad.
Además, las políticas deben incluir un prisma social: es necesario cambiar poco a poco la mentalidad de fracaso que va aparejada a quedarse en el pueblo. El pueblo es una elección, no un fracaso. Y quien quiera ejercer esa decisión tiene el derecho de hacerlo con las mismas condiciones que quien vive en la ciudad.
La inversión social no es un gasto
Entre las principales carencias que se observan en la vida rural, están los servicios públicos. Estos son, al mismo tiempo que una necesidad imprescindible para mantener la vida en el pueblo, una oportunidad de empleo:
- Infraestructuras y acceso a la vivienda.
- Ocio y vida cultural.
- Establecimientos hosteleros, farmacias, cajeros automáticos, gasolineras.
- Y, especialmente, cuidado de mayores, menores, servicios sanitarios y educación.
Las políticas sociales en el medio rural son más caras por habitante. Sin embargo, no es un gasto, sino una inversión social. Los servicios rurales no pueden cuantificarse en los mismos términos que los urbanos. Y, como ejemplo, las aulas. Mantener un aula de primaria o implantar un ciclo formativo con futuro laboral en el territorio no puede estar sujeto a llenar con 15 o 20 alumnos. Es un servicio esencial para que esas pocas familias con menores no abandonen definitivamente los pueblos.
Otros nichos de empleo para jóvenes
Además de los servicios públicos y los establecimientos esenciales para el día a día en el pueblo, el medio rural ofrece nuevos empleos. Muchos están ligados a las nuevas formas de energía y otros empleos verdes. Pero también a la agroganadería y el aprovechamiento forestal.
Las pequeñas industrias agroalimentarias, la artesanía, la etnografía y el turismo verde y sostenible son empleos que pueden apegarse al medio rural.
Sin embargo, sin trabajar en ese cambio de mentalidad frente a lo rural, algunos de los empleos no resultan atractivos. Durante todo el seminario, se ha dejado claro que las políticas de reto demográfico no se entienden sin las políticas de inmigración, una población tan necesaria y con tanto que aportar, también en el medio rural.
Por último, las organizaciones se han emplazado a recoger medidas concretas que serán presentadas a las administraciones por los responsables de juventud.
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