La Encuesta Anual de Estructura Salarial revela que la brecha persiste en España, con diferencias significativas en sectores como salud, educación y gerencia
La brecha salarial en España se situó en 2023 en 15,7%. Es decir, las mujeres cobran 4,781,18 euros menos que los hombres en términos generales, de acuerdo con la Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE.
De acuerdo con esta encuesta, el salario medio anual en España en 2023 fue de 28.049,94 euros. Las mujeres percibieron un salario medio anual de 25.591,31 euros frente a los hombres, cuyo salario medio fue de 30.372,49 euros.
La actividad profesional mejor remunerada fue la de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, con un salario medio anual de 54.447,96 euros en contraste con las personas trabajadoras de hostelería que tuvieron la ganancia media anual más baja, 16.985,78 euros. Existe, por tanto, una asimetría bastante grande en la estructura salarial en España. Tomando como referencia estas dos actividades, podemos dar cuenta que la primera triplica en ingresos a la segunda.
Quienes llevan la peor parte, como siempre, son las mujeres. Son ellas quienes, de forma generalizada, perciben ingresos por debajo de los hombres, con impacto distinto dependiendo del sector de actividad. Así, las diferencias salariales se amplían o se reducen dependiendo de las actividades que se realizan.
Grupos de ocupación con una brecha salarial inferior al 10%
En esta categoría encontramos dos actividades, la que tiene una brecha salarial más baja (7,5%) que es la de personal técnico y profesional científico e intelectual de la salud y enseñanza. En ésta, las mujeres percibieron un salario medio anual de 3.096,44 euros menos que los hombres. Las personas conductoras y operadoras de maquinaria móvil experimentan una brecha salarial de 9,9%.
Grupos de ocupación con una brecha salarial entre el 11 y el 20%
En estas actividades encontramos 9 grupos de ocupación. Destacamos la mayor brecha en el grupo de personas trabajadoras de los servicios de protección y seguridad, con una brecha salarial del 18,6%, lo cual significa que las mujeres perciben 6.749,29 euros menos que los hombres. En los puestos de dirección y gerencia, las mujeres ganan en promedio 11.866,60 euros menos al año que los hombres.
Grupos de ocupación con una brecha salarial superior al 20%
En esta categoría encontramos 4 grupos de actividad que son los que tienen la brecha salarial más amplia en España. Entre ellos encontramos el trabajo de servicios de salud y cuidado de personas, con una brecha del 21,5% a pesar de ser un sector altamente feminizado. De media anual, las mujeres en este sector perciben 4.811,46€ menos que los hombres.
**Dentro de este análisis se excluyeron las ocupaciones militares y el trabajo cualificado del sector agrícola, ganadero forestal y pesquero debido a la ausencia de datos de la propia Encuesta.
Brecha salarial en España del 15,7%
En este contexto, podemos darnos cuenta de una visión más profunda de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres, si nos quedamos únicamente con los datos medios anuales, la brecha salarial se ubica en 15,7%. Sin embargo, al entrar a un análisis a mayor profundidad apreciamos que las brechas salariales tienen un impacto diferente en cada sector de ocupación. Por tanto, los esfuerzos por cerrar estas brechas deben realizarse de manera sectorial.
¿Hemos avanzado? Sí, la brecha salarial en términos medios ha disminuido. Sin embargo, hay sectores en los que estas brechas son bastante más altos a la media, por lo que mientras tengamos brechas salariales superiores al 25% no podemos decir que vamos en una buena dirección.
Debemos seguir trabajando en terminar con la división sexual del trabajo, es decir, con la creencia de que hay trabajos para hombres y para mujeres. Asimismo, debemos eliminar los sesgos conscientes e inconscientes de género en las políticas retributivas de las empresas, que dan como resultado la creencia de que hay trabajos y actividades que aportan mayor valor a las empresas, lo cual se ve reflejado en los ingresos de las personas trabajadoras.
La parcialidad forzosa, la precariedad y la pobreza laboral, son realidades que se encuentran permanentemente en nuestro mercado laboral y que condicionan el proyecto de vida de muchas personas y, principalmente, de mujeres. Por ello, debemos redoblar esfuerzos para garantizar condiciones de trabajo dignas.
Apostar por la consolidación de planes de igualdad en las empresas
Desde USO tenemos la convicción de que podemos cerrar las brechas de género y para ello debemos seguir trabajando en la consolidación de los planes de igualdad en las empresas. La igualdad retributiva no se alcanzará implementando medidas genéricas, necesitamos respuestas específicas y acordes a las necesidades de las empresas y sus plantillas.
Desde el ámbito sindical estamos cumpliendo con nuestra parte, hemos negociado muchos planes de igualdad y seguimos negociándolos, pero consideramos que, a día de hoy, el gran desafío es lograr una adecuada implantación de los mismos. Para ello, hemos solicitado a los ministerios e instituciones competentes que no abandonen a los planes de igualdad, se necesita una adecuada supervisión del cumplimiento para lo que es fundamental la actuación de Inspección de Trabajo, el compromiso de las mesas de contratación para hacer efectivo el mandato legal, impidiendo la contratación con empresas que carezcan de planes de igualdad y la implicación general de todas las instituciones.
Necesitamos que los planes de igualdad sean una realidad y no un instrumento para cumplir con un requisito legal. La posibilidad de materializar la igualdad retributiva y materializar la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito empresarial está en la mesa, no debemos dejar que se pierda.
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