USO participa en el seminario EZA “Mecanismos de desigualdad y exclusión en el mercado laboral europeo: ¿Cuáles son las causas y cómo podemos combatirlas?

Del 19 al 21 de noviembre se ha celebrado en línea la Asamblea General de EZA y el seminario “Mecanismos de desigualdad y exclusión en el mercado laboral europeo: ¿Cuáles son las causas y cómo podemos combatirlas?”. A este seminario ha asistido la secretaria confederal de Formación Sindical e Igualdad, Dulce Moreno.

En la apertura del seminario, la comisaria de la Unión Europea, Helena Dalli expuso cómo se está trabajando a través de la directiva europea de igualdad para no tener que esperar otros 60 años en llegar a la equiparación de hombres y mujeres en Europa.

Durante el seminario, se mostraron los resultados de diferentes estudios en materia de igualdad y sobre la pandemia, concluyendo que son las mujeres las que han soportado la mayor carga en cuanto a tareas de cuidado. Se propuso vigilar esta cuestión para que una vez más, ante esta crisis, la mujer no sea la perjudicada.

Además, se trató la importancia de las políticas de integración en el mercado de trabajo y la reciente evolución del diálogo social europeo de la UE, así como de los procesos organizativos que empresas y autoridades llevan a cabo y que siguen aumentando la desigualdad entre hombres y mujeres y qué se puede hacer para reducirla.

Cómo conclusión, se mostró la gran cantidad de estereotipos de género que aún existen sobre el líder perfecto, y que siguen excluyendo a las mujeres. A pesar de diversos estudios que demuestran que las organizaciones que tienen mujeres en los altos cargos funcionan mejor, aún hay mucho miedo a confiar y nombrar a estas mujeres en cargos directivos.

Desigualdad y brecha de género en el seminario EZA

Luc Van den Brande, presidente del Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores (EZA), abordó la necesidad de una coherencia en las políticas sociales, pues la pandemia va a incrementar las desigualdades entre las categorías sociales y entre los estados miembros. Además, expuso que la perspectiva de género debe tomarse en cuenta en todas las áreas de las políticas europeas.

Por su parte, Cindy Franssen, diputada al Parlamento Europeo, indicó cómo a día de hoy siguen las brechas de género en el mundo. Las mujeres continúan ganando un 40% menos que los hombres. Esta desigualdad crea una mayor pobreza durante la vida de las mujeres. Por ello defendió la necesidad de que la directiva europea del pilar europeo de los derechos sociales sea implementada y de abordar el gran problema de la violencia de género, tanto en el ámbito laboral como en los hogares.

En este sentido, expresó la necesidad de que las mujeres se integren en sectores masculinizados y de revalorizar los sectores de cuidados y limpieza con unos salarios mayores, pues continúan siendo feminizados y con mayor precariedad económica.

Implementar políticas sociales y laborales para distintos colectivos

En su intervención, Franssen, también recalcó que el diálogo social en Europa es imprescindible para implementar políticas sociales y mejorar las condiciones laborales de personas con discapacidad, mujeres, minorías étnicas, etc.

También, durante las presentaciones se analizó la posición de los colectivos LGTBI en el mercado de trabajo europeo y las dificultades a las que aún se enfrentan en sus entornos laborales. Se presentó un estudio en el que se mostraron los problemas de integración en sus organizaciones y cómo les afecta en su desarrollo profesional. A pesar de que hay más inclusión LGTBI que hace 10 años, aún queda mucho trabajo por hacer.

Además, se debatió sobre la posición de los migrantes en el mercado laboral en Europa y de los mecanismos de exclusión relativos a las personas con una discapacidad.

Semana laboral de 30 horas

En el seminario EZA también se presentó un estudio de investigación sobre el porqué y cómo de la semana laboral de 30 horas. Desde esta perspectiva se observa la desigualdad como un problema social, y se plantea para ello la semana laboral de 30 horas para adquirir una mayor calidad de vida tanto de hombres como de mujeres. De esta forma, los hombres pueden incorporarse en las tareas de cuidados y del hogar, dando lugar así a que cada vez más mujeres se integren en el mercado laboral y no dejen sus carreras laborales por tener que dedicarse a ello.

Como conclusiones principales del seminario se insta a trabajar hacia políticas sociales antidiscriminatorias, para mejorar la inclusión de los más vulnerables. Y para abordar la inseguridad en las personas que se encuentran al borde de la pobreza, se hace necesaria una buena y eficaz inversión en formación y en programas activos de empleo.