El Día Internacional de la Juventud tiene mucho que reivindicar y poco que celebrar: líderes del paro juvenil, de la temporalidad y del abandono escolar

El 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud. Una jornada en la que, desde USO, siempre reivindicamos la situación de nuestros jóvenes, analizándola desde un punto de vista objetivo, respaldado por el informe anual sobre esta población.

Emanciparse con 30 años, destinar el 90 % del sueldo a la vivienda (principalmente en alquiler compartido) y engrosar el paro juvenil más alto de Europa. Son algunos de los datos que golpean insistentemente a los jóvenes y ponen un muro en su presente y su futuro laboral y de desarrollo como personas.

En España, son más de 8 millones de personas. Pero, a pesar de ser un país envejecido, en el que deberíamos cuidar especialmente a nuestra juventud, el sistema social y laboral la maltrata constantemente.

“Jóvenes sin filtros”: la dura realidad de la juventud

“Hemos decidido elegir como lema este año ‘Jóvenes sin filtros’ porque estamos acostumbrados a hablar de ellos frivolizando sobre su uso de redes sociales, sobre cómo aparentan o se despreocupan. Y, sin embargo, la realidad es que a muchos aspectos de su vida deben ponerle filtros para hacerla más amable. Porque, como sociedad, no les ponemos más que trabas”, reflexiona Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.

El informe “Jóvenes sin filtros” analiza la precariedad estructural de la juventud, que se acrecienta en las mujeres. 1 de cada 5 personas jóvenes que quiere trabajar está en paro. Pero es que el desempleo, entre las mujeres jóvenes, creció casi un 14 % el año pasado. Los hombres sufren un alto porcentaje de abandono escolar y continúan menos hacia estudios superiores (el 15,8 % de ellos no se forma tras la secundaria, frente al 10 % de las mujeres). Son ellas quienes completan en su mayoría estudios superiores (50,9 %, frente al 38,7 %), pero ya en su primera etapa de vida laboral sufren la brecha salarial: cobran un 13,2 % menos.

Ser joven y, además, ser mujer o pertenecer a un colectivo vulnerable, como tener discapacidad o ser inmigrante, es un desafío constante. España sigue liderando el paro juvenil en la UE, pero también otras estadísticas que lastran el futuro de la juventud, como el abandono escolar, que aquí sigue en el 13 %, frente al 9,3 % de media comunitaria. O la temporalidad involuntaria, que casi triplicamos: de nuestro 40,4 % al 14,4 % continental.

Los estudios: ni contigo ni sin ti

No obstante, Pedrazuela matiza que “no tener estudios es casi definitivo para no encontrar empleo. Sin embargo, tenerlos tampoco te lo asegura. Hemos hecho creer a nuestros jóvenes que formarse era una garantía de éxito y, sin embargo, el paro entre personas con nivel de estudios alto ha crecido en el último año en más de dos puntos, hasta el 31,3 %. Uno de cada tres jóvenes con estudios superiores no tiene trabajo a pesar de ello”.

USO pide que se refuerce el Ministerio de Juventud e Infancia para que pueda elaborar políticas integrales del futuro de nuestros jóvenes. Pero, además, “sin acometer las reformas integrales que afectan a toda la población, como una reforma laboral profunda o hacer accesible la vivienda, los jóvenes no tendrán oportunidades. El contrato de fijo discontinuo, una forma encubierta de jornada parcial bajo la palabra ‘fijo’, se ha cebado especialmente con los jóvenes. Y qué decir la vivienda, ni en propiedad ni en alquiler, solo sueñan con heredarla”.

Entre las medidas para mejorar las perspectivas de la juventud, la dirigente de USO también destaca las que tienen que ver con “estrategias para evitar el abandono escolar. Y, en el caso de quienes terminen una educación superior, que cuenten finalmente con el prometido Estatuto de las Personas Becarias que garantice la protección integral de los derechos de estos titulados que terminan por trabajar gratis”.