El Consejo de Ministros da luz verde al acuerdo de hipotecas que pretende aliviar la carga hipotecaria a hogares vulnerables por el incremento del Euribor

El Gobierno ha aprobado el acuerdo de hipotecas alcanzado con la banca, un paquete de medidas que tiene como objetivo aliviar la carga que supone el pago de la hipoteca a hogares vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad ante el incremento del Euribor y los tipos de interés en el actual contexto económico. Se espera que esté disponible a partir del 1 de enero de 2023.

Ayudas para el pago de hipoteca según ingresos

Las medidas para aliviar el pago de la hipoteca se reparten en función de los ingresos de los hogares, estableciéndose tres tramos:

  • Hogares vulnerables que cobran menos de 25.200 euros al año (tres veces el IPREM); dedican el 50 % de su renta a pagar la hipoteca y se les han incrementado los intereses un 50 %. Con el acuerdo de hipotecas, estos podrán reestructurar el préstamo hipotecario con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de 5 años (Euribor – 0,1 % frente al Euribor + 0,25 % actual). Asimismo, se amplía a 2 años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda y se contempla la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario, hasta los 7 años. Como ejemplifica el Gobierno, “una familia con una hipoteca tipo de 120.000 euros y una cuota mensual de 524 euros tras la revisión de tipos de interés, verá reducida su cuota durante el periodo de carencia de cinco años más de un 50 %, hasta los 246 euros”.
  • Hogares con renta inferior a 25.200 euros al año (tres veces el IPREM) que dediquen más del 50 % de su renta mensual al pago de la hipoteca, pero cuyos intereses no han crecido un 50 %: podrán acogerse a una carencia de 2 años, un tipo de interés menor durante la carencia y un alargamiento del plazo de hasta 7 años.
  • Hogares en riesgo de vulnerabilidad: con renta inferior a tres veces y media el IPREM (29.400 euros anuales), con hipotecas suscritas hasta el 31 de diciembre de 2022, una carga hipotecaria superior al 30 % de su renta y que cuyos intereses hayan subido al menos el 20 %. En estos casos, el acuerdo suscrito con la banca posibilita congelar la cuota durante 12 meses, la aplicación de un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta 7 años.

Facilitar el cambio de hipoteca variable a fija

En el acuerdo de hipotecas suscrito entre el Gobierno y la banca se recogen una serie de medidas complementarias dirigidas a facilitar el cambio de una hipoteca de tipo variable a tipo fijo. De esta forma, se reducirán los gastos y comisiones de ese cambio y se eliminarán durante 2023 las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca. También se incluirán medidas para la promoción de la educación financiera y se reforzará el seguimiento de la aplicación de ambos códigos.

Todas las medidas quedan recogidas en dos Códigos de Buenas Prácticas -“de medidas mitigadoras de la subida de los tipos de interés en préstamos hipotecarios sobre vivienda habitual” y  “para deudores hipotecarios en riesgo de vulnerabilidad”- y serán de adhesión voluntaria por parte de las entidades financieras y de obligado cumplimiento una vez suscritos.

Un acuerdo mejorable que corre el riesgo de no ayudar a tantos hogares

Desde USO valoramos el acuerdo de hipotecas entre Gobierno y banca, considerándolo necesario en un contexto como el que atravesamos y en el que la subida de los tipos de interés y del IPC está ahogando económicamente a muchas familias de clase baja y media, cuyos salarios no aumentan o lo hacen de forma insignificante. En el paquete de medidas a las que el Gobierno ha dado luz verde y que recoge el acuerdo se encuentran algunas de las propuestas de USO en materia de vivienda, como la relativa a una legislación más social en materia de vivienda con alternativas razonables que protejan situaciones personales de exclusión social, desestructuración o desarraigo familiar y la dación en pago, en casos de créditos inasumibles cuando las causas objetivas no sean imputables al prestatario.

En este sentido, desde USO aplaudimos la aprobación de estas medidas de apoyo a las familias en el pago de sus hipotecas que, recordemos, no se contemplaron en la anterior crisis, lo que provocó la multiplicación de desahucios y el mantenimiento de la deuda a pesar de perder la vivienda. Y la aplicación de las medidas de alivio o flexibilidad de forma escalonada, en función de la renta de los hogares y del impacto de la hipoteca en sus ingresos, es un acierto.

Por tanto, se trata de un buen paso pero es insuficiente. La voluntariedad de adhesión por parte de las entidades bancarias supone un grave riesgo para la efectividad de este acuerdo de hipotecas y, además, se corre el peligro de que acabe siendo como el IMV, es decir, que pueda ser tan farragoso y difícil de cumplir con los requisitos que finalmente no tenga efectividad ninguna. Además, desde USO consideramos que debiera contener más medidas para las rentas medias.