Pérez destaca en su intervención en el 5º Congreso de la CSI la urgencia de un nuevo Contrato Social en el que la economía esté al servicio de las personas

El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha iniciado su intervención en el 5º Congreso de la Conferencia Sindical Internacional (CSI), que se celebra en Melbourne, recalcando el compromiso con el sindicalismo internacional pues “solo practicando la solidaridad a nivel internacional seremos capaces de hacer frente a los retos que nos enfrentamos a nivel global. En tiempos como los actuales, de gran incertidumbre, de auge generalizado del empobrecimiento y de la desigualdad, el papel de los sindicatos es clave para alcanzar unas condiciones de vida dignas”.

Pérez ha valorado el 5º Congreso de la CSI como una apuesta firme por el pleno empleo, de calidad y seguro, en el centro de las agendas y políticas de todos los gobiernos “y también como un importantísimo altavoz de defensa de la democracia, la libertad, la paz, y de un futuro de sostenibilidad e innovación en el que quepamos todos”.

Un nuevo Contrato Social, más urgente que nunca

Durante su discurso, Pérez ha destacado la urgencia de un nuevo Contrato Social ante un “2023 que se presenta con una coyuntura económica y laboral muy comprometida, en el que, al menos un tercio de las economías del mundo, corre el riesgo de caer en recesión”.

Por ello, “un nuevo Contrato Social resulta más urgente que nunca, para que la economía esté al servicio de la humanidad y para salvar a las personas y al planeta. Solo con el poder de la mano de obra organizada podrá lograrse este nuevo Contrato Social, que sin duda debe contener cuestiones fundamentales relativas al empleo, derechos, salarios, protección social, igualdad e inclusión”, ha reivindicado Pérez.

Entre los múltiples retos comunes a nivel mundial a los que se enfrenta el sindicalismo, Pérez se ha detenido especialmente en las consecuencias del cambio climático, debido a la extrema gravedad que revisten para las personas trabajadoras. La crisis climática constituye una de las principales preocupaciones para USO, por tener que desarrollar nuestro trabajo en uno de los países más golpeados por este problema, donde el calentamiento es un 20 % más rápido que en la media del planeta.

“España debería reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta alcanzar la neutralidad climática antes de 2040. Sin embargo, los últimos datos de la Unión Europea muestran que se está recuperando la tendencia al alza de las emisiones que se registraban antes de la pandemia. En nuestro país, la primera ley climática aprobada ha llegado con retraso y, desde USO, la hemos valorado como poco ambiciosa, al no alinearse con las recomendaciones establecidas por la ciencia. A esta falta de ambición se suma ahora la injusticia energética. Desde USO demandamos que se haga cuanto antes la transición energética hacia un modelo eficiente, justo, renovable y con mayor control, al tiempo que se preserva el empleo y se crean nuevos puestos de trabajo verdes”, ha puntualizado Pérez.

Guerra en Ucrania y crisis energética

Pérez se ha detenido también abordar el conflicto bélico en Ucrania y la crisis energética. “Esta guerra sobre el pueblo ucraniano nos ha demostrado de nuevo el valor que representa la solidaridad dentro del movimiento sindical. Desde el primer día, cuando estalló, los sindicatos europeos, agrupados en la Confederación Europea de Sindicatos, movilizamos todos los recursos a su disposición para ayudar al sindicalismo ucraniano, pilar imprescindible del sostenimiento de la democracia en este país, que ahora se ve amenazado”, en palabras del secretario general de USO. Esa ayuda y solidaridad también ha materializado a través de nuestra ONGD SOTERMUN, con fondos propios del sindicato, entregando aportaciones a sindicalistas ucranianos y participando en abril en una expedición en la que enviamos toneladas de ayuda humanitaria y logramos rescatar a decenas de personas.

La guerra en suelo europeo ha traído consigo también una crisis energética cuyas consecuencias estamos padeciendo actualmente. “Los precios exorbitados de la electricidad en toda Europa acrecientan la situación de pobreza en la que ya se encontraban un buen número de trabajadores y que USO denuncia. Es insostenible que el coste anual de las facturas energéticas ya represente casi un mes de salario para la mayoría de los trabajadores, como es el caso de España”, ha destacado Pérez.

En este sentido, el secretario general de USO ha defendido que “no podemos normalizar la precariedad y la pobreza laboral. No podemos normalizar que un empleo ya no sea un camino seguro para salir de la pobreza y que se siga incrementando la desigualdad. Si, como alerta la Organización Internacional del Trabajo, hemos perdido 5 años de avances en la erradicación de la pobreza laboral, es el momento de acelerar en la implementación de políticas que cambien este rumbo”.

La crisis del empleo y los salarios en España

Pérez también ha dedicado una parte de su discurso en el 5º Congreso de la CSI a analizar la difícil situación del empleo y los salarios en nuestro país. Empezando por la última reforma laboral que, en sus propias palabras, “no ha hecho más que cristalizar el problema. La parcialidad y el despido barato siguen siendo la norma en el mercado de trabajo español”.

A la lista de la compra y electricidad se le suma el incremento de tipos de interés, y los salarios se mantienen a la baja. Hasta septiembre, la subida salarial media fue del 2,6 %, frente al 9 % de IPC, y se registraron un total de 653 convenios colectivos. A esto le debemos sumar la pérdida ya consolidada del ejercicio anterior, de cinco puntos. Así, España se sitúa a la cola de Europa en alzas salariales para hacerle frente, con solo 2 de cada 10 trabajadores con una cláusula de mejora en su contrato.

“Con tres millones de desempleados, un nuevo empleo de baja calidad caracterizado por la temporalidad enmascarada y parcialidad, han hecho que la desigualdad y la pobreza continúen en aumento. La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en 2021 se sitúa en el 27,8 % de la población residente en España, frente al 27 % registrado el año anterior. Este porcentaje se traduce en 13.176.837 personas, 380.000 más que en 2020, situándonos como el cuarto país en la Unión Europea con más personas en situación de pobreza y exclusión social. El dato de personas trabajadoras pobres, que alcanza el 16,2 %, es abrumador. El perfil de la pobreza en España ha cambiado: uno de cada tres pobres trabaja y uno de cada seis tiene educación superior”, ha detallado Pérez.

También durante su intervención Pérez ha desgranado la realidad del empleo en España:

  • un contrato de trabajo dura de media 49 días, frente a los 61 -datos ya muy malos- de hace un año;
  • solo el 37 % de los contratos indefinidos son a jornada completa;
  • se trocea el empleo, dándose muchos más contratos indefinidos que personas;
  • las mujeres siguen estando especialmente castigadas.

Ante este escenario, Pérez reivindica calidad y cantidad de empleo, incrementos salariales y políticas a favor de los hogares más vulnerables. “Sin grandes políticas que apuesten por el cambio de modelo productivo; por la innovación y modernización; con políticas activas de empleo y recualificación eficaces y de calidad; sin apostar por empleos de futuro de valor, España seguirá renqueando y quedándose atrás en el trabajo del futuro, perdiendo el tren del progreso y sumida en una intrascendencia estratégica productiva”, ha concluido el secretario general de USO.