La primera propuesta en firme del sistema de “altas progresivas” alerta sobre un modelo donde primen los intereses económicos sobre la salud de las personas trabajadoras

Vuelve el debate sobre las “altas progresivas” tras una baja después de que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones haya dado un paso más. Ahora, ha trasladado su primera propuesta firme a la Mesa de Diálogo Social, que difiere ligeramente de la idea planteada de forma inicial sobre este tipo de altas.

En octubre de 2024, la Seguridad Social ya dejó caer que podría implantarse este sistema de “altas progresivas”. Esto consiste en que, en lugar de dar de alta a los trabajadores de forma inmediata y completa, se haga de manera progresiva a lo largo del mes, en función del tiempo trabajado, ya sea que se esté cobrando un salario o una prestación. Con esta medida, dicen que buscan adaptar la contribución a la realidad laboral del trabajador, evitando que se le exija una cotización elevada en un mes en el que, por ejemplo, solo se haya trabajado una parte del mismo.

Cambios con respecto al primer globo sonda

En esta primera propuesta del Ministerio sobre las altas progresivas, el cambio principal se centra en hacer la reincorporación laboral más gradual y adaptada a cada situación particular. Además, incorpora nuevas modalidades de flexibilización, como la pluriactividad, y pretende agilizar el proceso administrativo mediante la delegación parcial en las mutuas y la revisión anticipada de los casos críticos:

  • Transición gradual y combinada de ingresos: la medida principal consiste en que, tras más de 180 días de baja, el trabajador se reincorpore a su actividad de forma progresiva durante un periodo de 30 días. En este tiempo, trabajará a media jornada. Así, recibirá la parte proporcional de su salario (aproximadamente el 50 %) y, a la vez, manteniendo el 50 % de la prestación por incapacidad. Esto supone un cambio importante respecto a la reincorporación abrupta o la aplicación uniforme de condiciones para todos los casos.
  • Flexibilidad para situaciones de pluriempleo: una innovación destacada es la consideración específica de los trabajadores que tienen más de un empleo. La propuesta permite que, si la dolencia no impide el desarrollo de una de sus ocupaciones, el trabajador pueda continuar desempeñando ese empleo mientras se inicia la reincorporación gradual en el otro.
  • Delegación y agilización de procesos administrativos: se plantea modificar ciertos aspectos normativos para que, en procesos de incapacidad temporal (especialmente para bajas de menos de un año), las mutuas colaboradoras puedan presentar propuestas de alta al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Esto ayudaría a descongestionar la carga administrativa del INSS, algo que en anteriores sistemas generaba retrasos y complicaciones en la gestión. También se introduce la idea de notificar con antelación a los servicios de salud cuando un trabajador se acerca al límite de días de baja (por ejemplo, 365 días), lo que contribuye a la planificación y gestión eficiente de los recursos.

Una propuesta sin garantías

Desde USO, expresamos nuestra preocupación ante la propuesta de altas progresivas. La medida parece precipitada y carente de garantías suficientes para proteger la salud de las personas trabajadoras. Nuestra crítica principal se centra en que, al proponer una reincorporación gradual (en la que durante 30 días el trabajador vuelve a laborar a media jornada percibiendo simultáneamente parte de su salario y el 50 % de la prestación por incapacidad), se corre el riesgo de generar presiones indirectas para reincorporarse antes de haber alcanzado una recuperación total. Esta preocupación se agrava en situaciones de patologías complejas, donde garantizar que la salud de la persona trabajadora no se vea comprometida es absolutamente prioritario.

USO exige más claridad en el alcance y los criterios de aplicación de la medida. Se cuestionan algunos aspectos, como la falta de precisión en cuanto a las patologías a las que se aplicaría. Esto podría generar interpretaciones variadas y, en algunos casos, favorecer intereses económicos sobre la protección real de la persona trabajadora. Para USO, resulta esencial que cualquier modificación en el sistema de reincorporación se construya a partir de un consenso amplio, donde la participación de médicos, expertos en salud y representantes de la fuerza laboral asegure que el proceso no se convierta en un mecanismo que busca reducir costes, en lugar de salvaguardar los derechos y la integridad de las personas.

Desde USO, insistimos en la necesidad de que se amplíe el debate social y se revise la propuesta antes de su implementación definitiva. Es fundamental que la medida cuente con un acompañamiento técnico y sanitario riguroso; y, también, que se establezcan criterios claros para diferenciar entre el alta médica y la reincorporación laboral gradual. Esta postura busca que, en lugar de verse las altas progresivas como un instrumento para reducir el absentismo a costa de la salud de las personas trabajadoras, se convierta en un mecanismo de protección social que atienda de manera efectiva las particularidades de cada caso.