Tras el aumento en un 86 % de la migración hacia Europa, USO defiende fomentar la migración regular, incrementando los medios materiales y humanos

Un informe elaborado por la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) revela que el número de personas que han cruzado las fronteras europeas en el primer semestre de 2022 ha crecido en un 86 % con respecto a 2021. Esto supone el mayor volumen desde 2016, cuando se desató la crisis de refugiados tras la guerra de Siria.

La principal ruta es la de los Balcanes occidentales. En lo que va de año, esta vía, que comprende las fronteras que separan Bosnia de Croacia y Serbia de Croacia, Hungría o Rumanía, ha registrado 70.770 entradas, el triple que en 2021. Datos que no contabilizan a los ucranianos que huyen de la guerra, ya que el informe no recoge este aspecto. El paso por los Balcanes es utilizado por afganos, sirios, bangladesíes, pakistaníes e iraquíes, principalmente.

Con respecto a las rutas marítimas, la del Mediterráneo central es la más transitada. A Italia y Malta han llegado un 44 % más de personas, procedentes sobre todo de Libia y Túnez. Del mismo modo, en el Mediterráneo oriental (Grecia y Chipre) se ha experimentado un crecimiento en la llegada de migrantes, algo que no ha sucedido en el Mediterráneo occidental (España). Esto se debe al pacto entre España y Marruecos de contención de la inmigración por parte de este último; una práctica que se engloba dentro de la política migratoria europea de externalización del control de fronteras y que USO, junto con la CES, ha denunciado en numerosas ocasiones.

Múltiples crisis simultáneas detrás del aumento de la migración

Las causas que se hallan detrás de estos desplazamientos masivos son diversas. Algunos están derivados de conflictos políticos, como la guerra de Siria o la situación en Afganistán tras la llegada al poder de los talibanes. A ellos, se añaden varias crisis simultáneas:

  • La económica. La OIT calcula que el total de horas trabajadas a escala mundial se mantendrá en 2022 casi un 2 % por debajo de su nivel prepandémico. Se prevé que el desempleo mundial se sitúe en 207 millones de personas en 2022. Las perspectivas más negativas para el empleo se plantean en países en desarrollo con altos índices de desigualdad, especialmente en América Latina y el Caribe, y en Asia Sudoriental.
  • Crisis climática. El Centro para el Monitoreo de los Desplazamientos Internos (IDMC), en su informe de 2021, alertó de que el 75 % de los desplazamientos se debieron a desastres. Es decir, 30,7 millones de desplazamientos en 2020 estuvieron relacionados con eventos meteorológicos y climáticos, y geofísicos .
  • Crisis alimentaria en África. La ONU alerta de la situación de inseguridad alimentaria de 50 millones de personas en este continente. A pesar del desbloqueo del envío de trigo ucraniano, la crisis del hambre no cesa en una región azotada por los conflictos bélicos y las enormes consecuencias del cambio climático, que han provocado allí cinco años consecutivos de sequía.

USO, por otra política migratoria europea

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) denuncia que la política migratoria europea de los últimos años, refrendada en el Pacto de Migración y Asilo (actualmente en proceso de reforma), se orienta a la seguridad, con un fuerte énfasis en el control de fronteras, la disuasión, la detención y las expulsiones. Lo que deja, al mismo tiempo, muy poco espacio para la migración regular.

Esto conduce al incumplimiento por parte de los Estados miembro de los convenios internacionales, al permitir a los Estados auspiciar expulsiones como una alternativa a la aceptación de sus responsabilidades en materia de derechos humanos. Esta externalización de las responsabilidades en ocasiones deriva en tragedias como la recientemente vivida en la valla de Melilla, el pasado mes de junio.

Ante esta situación de aumento del éxodo migratorio hacia Europa, USO apuesta por la migración regular y por incrementar los medios materiales y humanos para atender las peticiones de asilo, así como por fomentar la contratación en origen y aumentar la cooperación al desarrollo.

Más peticiones de asilo en toda Europa

Los datos de la Agencia de Asilo de la UE muestran que se ha producido un gran incremento de las peticiones de asilo en sus países miembro en los últimos años. La pandemia no solo ha alterado los flujos migratorios, sino también el propio sistema de asilo. Desde enero hasta el 19 de julio de 2022, la Unión registró 420.500 peticiones de protección internacional. Esta cifra supone un 87 % más que en el mismo periodo del año anterior.

El contexto bélico y político internacional ha provocado que las nacionalidades más numerosas en cuanto a peticiones en la UE sean la afgana, la siria, la venezolana y la ucraniana, por este orden. Aunque hay que matizar que la mayoría de los 6,8 millones exiliados ucranianos que han pedido asilo en la UE lo han hecho a través de un mecanismo distinto, que no recogen las estadísticas de asilo: la protección temporal.

España, segundo país con más solicitudes

España acumula casi 62.300 solicitudes, convirtiéndose así en el segundo país con más demandas de protección, por detrás de Alemania. Como ocurre a nivel general, en España han aumentado estas peticiones, un 116 % con respecto a 2021. Dicho incremento ha generado preocupación e incertidumbre, ya que nuestro sistema de acogida se encuentra extremadamente tensionado y faltan recursos.

Uno de los problemas principales reside en que, si bien el sistema de asilo se diseñó para ser mucho más ágil y eficiente, el uso inadecuado de las vías de regulación ha provocado el colapso de dicho sistema.

Una gran cantidad de inmigrantes cuyos motivos eran principalmente económicos ha utilizado el sistema de asilo para resolver su situación. Estas personas piden el asilo porque tienen la oportunidad de residir y trabajar legalmente en España, e incluso se les proporciona acogida y recursos en algunos casos, mientras se resuelve su expediente.

La congestión del sistema acaba perjudicando a las personas que más lo necesitan, a los verdaderos refugiados, que pueden llegar a esperar más de dos años, aunque la ley disponga 6 meses de espera como máximo.

Por nacionalidades, los venezolanos son los que más peticiones de asilo envían a España (40 %), seguidos de los colombianos (28 %), peruanos (7,4 %), marroquíes (3,3 %) y hondureños (2,6 %). Un refugiado no es exclusivamente una persona que huye de una guerra. La protección puede solicitarse por otras cosas, como discriminación o peligro de ser perseguido. También sindicalistas.

La contratación en origen, una alternativa

En este contexto, se ha aprobado recientemente la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería, cuyo principal objetivo es crear instrumentos para abordar el fenómeno migratorio en la actualidad, el cual es cada vez más complejo, a consecuencia de los cambios políticos globales y nuestra gran interdependencia.

Concretamente, busca la regulación y el empleo estable, atendiendo a las necesidades del mercado laboral, para conseguir la eficacia del sistema de extranjería, aportar seguridad tanto a los inmigrantes como a los empresarios, y asegurar el cumplimiento de los DDHH.

De entre las principales medidas de este reglamento, que pueden ayudar además a descongestionar el sistema de peticiones de asilo, encontramos la adaptación de las figuras de arraigo, el permiso de trabajo a estudiantes extranjeros, la introducción de mecanismos para facilitar la contratación en origen o la reducción de trámites.

Desde USO, creemos que es una buena alternativa para resolver la crisis social existente, aunque no damos por supuesto que sea la solución a todos los problemas que presenta el sistema de extranjería desde hace varios años. Lo más importante, para nosotros, es el cumplimiento de los derechos humanos y ayudar a las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad.