El 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la LGTBIfobia, y se hace para conmemorar la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 17 de mayo de 1990. Su objetivo principal es el de coordinar todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación de que son objeto las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, y para hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.

Desde USO queremos hacer especial hincapié este día en la discriminación que cada día cientos de personas sufren en sus centros de trabajo por el simple y mero hecho de ser homosexuales, bisexuales, o transexuales. Aunque parezca mentira, muchos trabajadores y trabajadoras son insultados o humillados en sus centros de trabajo por su condición sexual, provocando en muchos casos bajas por estrés laboral y denuncias por acoso laboral. Este tipo de agresiones son mayores en el caso de trabajadores y trabajadoras transexuales.

Este 17 de mayo de 2016, por desgracia, viene acompañado por el aumento de delitos de odio contra personas LGTBI que se han producido en Madrid en los últimos meses y en otras ciudades del Estado. Desde USO animamos a denunciar cualquier tipo de agresión para poder visibilizar el problema que existe en la sociedad y hacer pagar a los culpables de ese tipo de agresiones. Además del aumento de denuncias por LGTBIfobia, lo que demuestra que se va perdiendo el miedo a denunciar y se visibiliza el problema, este 17 de mayo también viene marcado por la renuncia de Jesús Tomillero como árbitro profesional, renuncia que viene tras una serie de agresiones, tanto verbales como físicas, sufridas en las últimas semanas, por hacer pública su homosexualidad. Por suerte, no todo son malas noticias, en las últimas horas, el patinador olímpico español, Javier Raya, ha hecho pública su relación con otro chico, normalizando así la homosexualidad en el deporte.

En una sociedad del siglo XXI, en la que España es el quinto país mundial en derechos LGTBI, todavía quedan por derribar determinados muros para seguir escalando posiciones en ese ránking mundial. Se deben erradicar las agresiones LGTBI, denunciar los delitos de odio, seguir avanzando en derechos LGTBI, una ley trans para todo el Estado, siguiendo los pasos de la Comunidad de Madrid, Extremadura y Catalunya y valorar a las personas por su desempeño y desarrollo laboral y no por su condición sexual. Solo así conseguiremos avanzar.

Juntos y juntas podemos construir una sociedad sin LGTBIfobia. Juntos y juntas podemos construir una sociedad mejor. Este 17 de mayo, al igual que todos los días del año, ante cualquier agresión, denuncia, que nadie te corte las alas y te impidan ser lo que eres.

La Cumbre Social denuncia las violaciones de los DDHH que sufren las personas LGTB
La Cumbre Social Estatal ha denunciado las violaciones de los derechos humanos que siguen sufriendo las personas LGTB. Las organizaciones miembro de la Cumbre Social, entre ellas USO, remarcan en esta ocasión la discriminación que sufren, por diversos motivos, las personas con diferente orientación y/o identidad sexual.

La transexualidad todavía sigue siendo considerada injusta y erróneamente una enfermedad. Mientras la Organización Mundial de la Salud y otros organismos médicos internacionales no eliminen la transexualidad de su listado de enfermedades mentales, la lucha por la erradicación de la transfobia no será posible. Es preciso recordar que en lo que llevamos de año ya se han cometido 100 asesinatos de personas trans en todo el mundo.

En nuestro país, igualmente, es precisa una Ley Integral Trans para que deje de ser tratada como una patología la transexualidad y atienda a las necesidades de menores y personas migrantes.

Por otra parte, la bisexualidad, a cuya visibilidad dentro de la diversidad la FELGTB está dedicando este año 2016, sigue siendo la orientación sexual más estigmatizada e invisibilizada. La bifobia que sufren las mujeres y los hombres bisexuales es fruto tanto del desconocimiento de su existencia como de los estereotipos que todavía lleva emparejados. Por ello, las personas bisexuales pueden sufrir homofobia al ser identificadas como homosexuales y también bifobia al ser invisibilizadas o consideradas homosexuales armarizadas.

El efecto más sangrante resultante de la discriminación son los delitos de odio, que afectan a todas las personas LGTB, y que requieren de un claro compromiso político e institucional que lleve a prevenirlos con medidas pedagógicas, perseguir a quienes cometan las agresiones y a proteger a las víctimas.