El confinamiento y el estado de alarma, un nuevo reto en la defensa de las víctimas de violencia de género

El estado de alarma encerró a las víctimas de violencia con su agresor e hizo del confinamiento una doble cárcel para miles de mujeres en España. Por ello, muchos de los indicadores de ayuda se dispararon durante esos meses. Las ayudas a las que podían tener acceso en un escenario de mayor control aún que en su vida cotidiana.

El teléfono, una creciente llamada de socorro desde el confinamiento

El teléfono 016, la línea habilitada para las denuncias de violencia de género, ha multiplicado sus usuarias. Así, al finalizar el tercer trimestre de 2020, el 016 ya había recibido casi tantas llamadas como en todo 2019. El año pasado, se contabilizaron 68.714 peticiones de ayuda a la línea. A 30 de septiembre de 2020, ya eran 63.437, 12.165 más que en la misma fecha del año anterior.

Una comparativa aún más gráfica es la que podemos hacer por incidencia mensual: las llamadas subieron un 23,1%. En 2019, la media de las que se recibieron cada mes fue de 5.726. En este año de pandemia, son 7.049.

Las llamadas al 016 llevaban una línea descendente desde el pico de la década, marcado en 2016. Sin embargo, el teléfono ha sido durante el estado de alarma el único altavoz al que tenían acceso las víctimas que pasaron el confinamiento con sus agresores.

Más de dos tercios de las llamadas, el 68%, las hacen las propias víctimas. Una cuarta parte proceden de familiares o allegados que ayudan a denunciar.

Abril, el peor mes en casa para las víctimas de violencia de género

2020 ya había empezado con una tendencia ligeramente superior en llamadas de auxilio al 016 de casi el 5% en enero y febrero. En marzo comenzaron a crecer y en abril se dispararon. 8.692 mujeres o personas cercanas a ellas recurrieron al 016 en el peor mes del confinamiento: un 61% más que en 2019.

El número de llamadas no volvió a acercarse a valores del año pasado hasta finalizar septiembre, aunque siguen por encima. Las restricciones de la segunda ola han podido tener un efecto rebote que haya disparado de nuevo los gritos de auxilio a través del mecanismo más directo que permite el encierro.

Las llamadas al 016 han aumentado en todas las comunidades autónomas, salvo en La Rioja. Lidera el repunte la Región de Murcia, con el 33%, seguida de Galicia y Andalucía (31%), Navarra y Castilla y León (30%).

25N: que la pandemia no nos silencie

El confinamiento y el estado de alarma han supuesto un reto más en la defensa de las víctimas de violencia de género. Por eso, se difundieron más que nunca los recursos telemáticos de protección y auxilio: la víctima debía poder gritar su situación aunque fuera en un susurro.

De hecho, la web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género multiplicó también sus visitas por cuatro: registró un 330% más. De las 1.434 visitas de marzo de 2019, pasó a 6.176 en el mismo mes de 2020. La segunda quincena de marzo fueron las dos primeras semanas de encierro, que en el caso de las víctimas de violencia de género suponía un mayor agobio e impotencia de no poder salir a denunciar los malos tratos y el terror psicológico.

“Por teléfono, por escrito, pidiendo a una persona cercana que lo haga por ti… pero no permitas que la pandemia te silencie como víctima; no permitamos que la pandemia nos silencie si presenciamos una agresión o si sabemos que una mujer es víctima de violencia de género”, pide Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Mañana, 25 de noviembre, el mundo tendrá que volver a concienciarse de los muchos gritos silenciados, los que ya había y los que se han multiplicado con la pandemia.