La histórica subida del paro en servicios en pleno julio alerta del modelo obsoleto de la economía de turismo estival
Los datos del paro al terminar julio ofrecen un panorama que puede ser puntual o una señal de la insostenibilidad de la economía de turismo estival de masas. Además de que el descenso es mucho menor que otros años, solo 1.357, el paro baja en agricultura, pero sufre una llamativa y totalmente inusual subida en servicios: 2.018 personas.
Salva los datos la bajada entre quienes buscaban su primer trabajo. El colectivo sin empleo anterior recorta su desempleo en 3.315 personas. Si bien este epígrafe es un conglomerado de personas en busca de su primer empleo y parados de larga duración, en esta ocasión sí podemos afirmar que los únicos en conseguir empleo en verano, como antaño, son los jóvenes sin experiencia previa: el paro entre los menores de 25 años baja en 2.561 personas; el de mayores de esa edad se incrementa en 1.204.
Reindustrialización frente a amenazas externas
“Llevamos meses observando muchas señales de alerta en torno al turismo. Aunque España siempre ha fiado su modelo productivo al tirón estival, desde la pandemia ha habido una carrera por maximizar beneficios inmediatos que está acabando con los ecosistemas locales. Muchos turistas comienzan a huir de lugares tan masificados o con precios desorbitados. Pero es que los propios trabajadores no pueden permitirse vivir en los lugares donde tienen o buscan su empleo”, analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.
“La apuesta sesentera por las playas y el sol debe dar un giro y convertirse en un complemento de una economía competitiva tanto en sus productos como en los puestos de trabajo y salarios que genera. En un contexto internacional como el que estamos viviendo, en USO urgimos a reindustrializar el país, a invertir con decisión en investigación. Solo con el respaldo de la producción propia podremos dejar de depender de chantajes externos que ponen en peligro nuestro modelo de bienestar social y los empleos de millones de personas”, considera el máximo dirigente del sindicato.
Los empleos de verano no son solución al paro juvenil
Este advierte además de que: “volver a los empleos precarios para jóvenes en verano no es la solución al paro juvenil. Conseguir un empleo en verano debe ser una elección, tener garantizados los mismos derechos que los trabajos de larga duración y suponer una opción de futuro. Sin embargo, los datos de contratación, que suben mucho más de lo que baja el paro, alertan de que los jóvenes firman contratos indefinidos de días”.
A pesar de que el paro registrado en julio ha bajado una sexta parte que el año pasado, se han firmado 67.467 contratos más que entonces, una subida del 4,43 %. Entre ellos, los indefinidos bajan al 38,39 %. De esta subida, la mitad, 32.660, los han firmado menores de 25 años.
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