El paro ha bajado en agosto por sexto mes consecutivo, pero el desempleo registra aún casi 300.000 personas más que en 2019 y una caída de la contratación indefinida

El paro baja por sexto mes consecutivo en agosto. Se distancia en casi medio millón de desempleados del verano de la pandemia, pero sigue registrando 3.333.915 de personas en situación de desempleo, 300.000 más que en agosto de 2019. El paro baja más lentamente entre las mujeres que entre los hombres y más entre los menores de 25 años, por la tradicional estructura de la contratación temporal y barata de los meses de verano.

La construcción es el único sector que registra más parados, mientras que Servicios concentra más de la mitad de la bajada. No obstante, Servicios es el sector que peor recuperación de la pandemia presenta: aún hay más paro que en 2017, cuando comenzó la recuperación de la anterior crisis.

Sin embargo, “baja drásticamente el ritmo de la contratación, que se redujo en un cuarto con respecto a julio. Y ahí, como de costumbre, pierden los indefinidos. Se firmaron un 28,11% menos que el mes pasado, mientras que los temporales bajaron un 22,97%. Si profundizamos en este dato, bajan especialmente los indefinidos iniciales, un 30,02%. Y, de nuevo, pierden las mujeres: firman algo menos del 44% de los contratos indefinidos”, analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO.

La recuperación del empleo, obra del consumo ciudadano: todos los grandes cambios siguen pasando de mesa en mesa

Por ello, Pérez apunta a que “la recuperación del empleo sigue el patrón de la demanda de ocio, no de un profundo cambio de la estructura económica: fin de muchas restricciones, podemos salir con cierta normalidad y baja el paro. Más de lo mismo que antes de la pandemia: hoteles, bares y restaurantes contratando refuerzos para los picos de julio y agosto. Esta recuperación efímera la construyen los propios ciudadanos apostando por viajar y consumir en España, pero carece de un plan de futuro para pasado mañana”.

Mientras el mercado se autorregula, “siguen pasando de mesa en mesa patatas calientes que llevan años hirviendo: reforma laboral, reforma de las pensiones, reforma fiscal y energética, el futuro de los ERTE… Y la última, el SMI. Después de tantas negociaciones teatralizadas, la minisubida del SMI se hará de espaldas a la mesa del Diálogo Social, demostrando que es un sistema viciado y atrofiado”, denuncia el secretario general de USO, quien añade que “el Congreso es incapaz de mantener un debate serio y honesto sobre el empleo que derive en un Pacto de Estado sin trucos partidistas. El futuro del trabajo no se escribe con remiendos y ocurrencias para salir del paso”.