Los datos de criminalidad del primer trimestre contemplan un aumento de los delitos sexuales en todos sus epígrafes

Los delitos sexuales continúan creciendo en España. En el primer trimestre de 2021, según el portal de Criminalidad del Ministerio del Interior, este tipo de delitos aumentó un 7% con respecto al primer trimestre del año pasado. Un trimestre, el de 2020, en el que aún “vivimos de forma normal”, pues solo la última quincena de marzo se vio afectado por el estado de alarma y la casi imposibilidad de contacto físico fuera de los hogares.

El año pasado, se contabilizaron 3.223 delitos contra la libertad e indemnidad sexual en los primeros meses. En 2021, esa cifra ha crecido hasta los 3.448. No obstante, el comportamiento por comunidades autónomas ha sido muy desigual: de casi duplicarse en Cantabria a reducirse un tercio en Navarra. Han crecido especialmente en Cataluña y en Comunidad Valenciana y, en términos porcentuales, en Ceuta y Castilla-La Mancha, aunque supone menos casos de más que en las dos anteriores por su menor peso poblacional.

Saltan las alarmas sobre la protección a la mujer: suben las agresiones con penetración

Por el tipo de delito, la mayor subida porcentual se da en las agresiones sexuales con penetración, que crecen un 11,2%. En 2020, estos datos conjuntos de todos los Cuerpos registraron 383 crímenes de este tipo. En los mismo meses de 2021, sin embargo, la cifra ha crecido hasta los 426.

Ningún delito sexual es menor, pero el de penetración resulta sin duda el más violento y traumático. La protección a la mujer y a los menores está fallando. Lejos de aminorarse unas agresiones que deberían desaparecer, han crecido este tipo de delitos. Ni las leyes ni su desarrollo son suficientes. No podemos centrarnos en lo punitivo, sino en lo preventivo, y España carece de cultura en educación sexual”, denuncia Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad.

En porcentajes, se han disparado las cifras en Extremadura, Asturias y Cantabria, las primeras triplicando y la tercera, casi. Aunque en cifras netas de delitos el aumento pueda considerarse poco reseñable (entre los 3 casos de Cantabria y los 6 de Extremadura), “se trata de una tendencia muy peligrosa. Hablar de que se duplican o triplican los casos de violencia sexual tan explícita demuestra los fallos de protección integral de las víctimas”, ahonda Moreno.

Navarra, Castilla-La Mancha y Euskadi han duplicado las cifras o están cerca de ese aumento. Sin embargo, en número de casos el mayor ascenso se da en Cataluña. Aunque como porcentaje supone una subida de un tercio, ha habido 29 delitos más de este tipo que en 2020 (119 frente a 90). Solo Ceuta y Melilla carecen de crímenes computados en este trimestre, y en La Rioja se registró 1.

Los delitos sexuales, un conjunto informe que necesita desarrollo y tipificación

Todos las demás agresiones se recogen bajo el epígrafe “Resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual”. Estos han crecido un 6,4%, de 2.840 a 3.022.

“Esta estadística es un batiburrillo de delitos de todo tipo, desde tocamientos hasta acoso sexual en redes sociales. No se pueden establecer medidas eficaces para luchar contra cada tipo de delito si no se conocen en profundidad. Aunque detrás de todos ellos hay el mismo problema social de la desigualdad de la mujer, las herramientas deben ser diferentes. En USO nos preocupa especialmente la indefensión ante los delitos sexuales cibernéticos porque, además de estar en aumento, carecen de una tipificación específica y un encuadre en la violencia de género”, recuerda la secretaria de Formación Sindical e Igualdad.