La campaña de Navidades, como ya lo hizo la anterior semana comercial de noviembre, ha vuelto a maquillar los datos del paro gracias a las contrataciones por días y semanas que hacen que 2018 termine con 210.484 personas menos registradas en el SEPE, 50.570 de ellas en diciembre. “Estas cifras son las más pobres desde que en 2013 comenzara lo que nos han vendido como recuperación. Las bajadas de paro se han estacando con más de 3.200.000 personas buscando aún un empleo. Y lo que es peor: seguimos sin igualar las jornadas cotizadas previas a la crisis”, lamenta Joaquín Pérez, secretario general de USO.

Porque, aunque 2018 ha terminado por primera vez en esta década por encima de los 19 millones de cotizantes (19.024.165), sus condiciones distan mucho de las de los cotizantes de 2007: “se habla de afiliados a la Seguridad Social, pero no de la calidad de sus cotizaciones. Aunque así termina el año, la media de 2018 no llega a los 18,8 millones personas dadas de alta, y las horas cotizadas siguen sin alcanzar las previas a la crisis. No se puede seguir equiparando contratos con empleos, y más cuando la relación entre indefinidos y temporales vuelve a bajar”, continúa el secretario general de USO.

Después de la puesta en marcha de la campaña especial de regularización de contratos temporales a través de Inspección de Trabajo, registra de nuevo un 9,25% de contratación indefinida, más de la mitad de ellos, con jornada parcial. “Aplaudimos la lucha contra el fraude en la contratación, así como que se intente castigar fiscalmente a quienes contratan por menos de una semana, pero las reformas deben ser profundas o, al terminar cada campaña, la inercia del mercado laboral seguirá siendo la misma. No basta con penalizar contratos de una semana si las campañas, como Navidad o rebajas, duran dos, o si estos trabajadores enlazan una tras otra cubriendo puestos estructurales. Hasta noviembre, más del 25% de contratos duró menos de una semana”, matiza Joaquín Pérez.

Al secretario general de USO le sigue preocupando que la brecha de género no evolucione, con casi seis mujeres al paro por cada cuatro hombres, así como el 40% de parados que han perdido toda cobertura social, y destaca “la práctica desaparición de los afiliados al Régimen Especial del Carbón, que se ha hecho sin ningún tipo de transición y que supone un varapalo económico y demográfico para Comarcas ya muy castigadas de Asturias y León”.