Joaquín Pérez, secretario general de USO, junto a Maica Imbernón, máxima responsable de USOCV, han presentado el informe que analiza los efectos de la pandemia sobre el empleo, los salarios y las pensiones en la Comunidad Valenciana

El paro en la Comunidad Valenciana sigue aún por encima del que tenía hace dos años, antes de la llegada del covid-19. En el tercer trimestre de 2019, su tasa de desempleo era del 13,91 %, mientras que dos años después ha recuperado parte del empleo perdido en 2020, pero sigue 2,21 puntos por encima: 16,12 %.

La tasa de paro femenino es de 4,53 puntos más alta que entre los hombres: 18,54% frente a 14,01 %. En lo más crudo de la pandemia, las mujeres llegaron al 20 % de paro. Son algunos de los datos que han presentado el secretario general de USO, Joaquín Pérez, y la secretaria general de USO-Comunidad Valenciana, Maica Imbernón, extraídos del informe “Situación sociolaboral de la Comunidad Valenciana”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO.

“A pesar del golpe que ha sufrido el turismo con la pandemia, especialmente el turismo de extranjeros, la Comunidad Valenciana sigue anclada en un sistema productivo ultradependiente del turismo y la hostelería. En estos dos años, de hecho, la región ha perdido aún más peso de la industria y ha crecido el número de ocupados en Servicios, lo que implica un empleo más inestable y salarios más bajos”, advierte Joaquín Pérez.

En concreto, de los 35.000 empleos que destruyó la pandemia en el sector industrial, solo se han recuperado 10.000, contando hoy la Comunidad Valenciana con 357.200 ocupados en ese sector, 25.200 menos que hace dos años. Tampoco han vuelto a los mismos niveles de 2019 la Agricultura y la Construcción.

Por el contrario, “nos gusta tropezar con la misma piedra. Lejos de diversificar nuestra economía con el aviso que nos ha dado la pandemia, hay 9.000 ocupados más en Servicios que en 2019. Es el único sector que ha crecido”, analiza Maica Imbernón.

Esto explica que la Comunidad Valenciana esté en los últimos puestos en cuanto a salarios se refiere. Es la undécima, con una diferencia de más de 200 euros con la media nacional y casi 700 euros con la Comunidad de Madrid, que lidera la estadística.

“Todas las autonomías con un alto peso industrial y tecnológico están por encima de la media. Sin embargo, la Comunidad Valenciana sigue el patrón de la España de sol y playa. Los salarios en Servicios han mejorado más que en la industria, sí, pero siguen estando muy lejos de esta. Somos una comunidad donde tres cuartas partes de la población se ocupan en Servicios, lo que a día de hoy es garantía de pobreza salarial. La media está a 200 euros de la industria”, apunta Imbernón.

El desempleo golpea más a los jóvenes y a los menos cualificados

Los males del empleo en la Comunidad Valenciana pasan por el altísimo desempleo juvenil y la poca formación de los parados. “El paro entre los más jóvenes rozó el 50 % durante la pandemia, pero aún hoy está 5 puntos por encima que hace dos años, tanto entre los menores de 20 como en el tramo hasta los 25 años. No somos una comunidad de futuro si nuestros jóvenes no pueden acceder al mercado de trabajo”, denuncia la secretaria general de USO-CV.

Por su parte, Joaquín Pérez llama la atención sobre la necesaria recualificación de los parados valencianos: “del total de parados, únicamente el 23 % tiene formación superior. Dos tercios, el 66 %, tienen como máximo la ESO completa, aunque casi el 50 % ha completado solo la Primaria o el primer ciclo de la ESO. Esto no solo los sitúa ahora en el paro, sino que condiciona su acceso a un empleo de calidad. La recualificación de los desempleados debe ser una prioridad en la Comunidad Valenciana, bien con formación reglada o con formación para el empleo. Una formación para el empleo real, gestionada por las Administraciones Públicas y que sirva para la reinserción laboral y la digitalización de los parados”.

Por último, Maica Imbernón también destaca del estudio: “el lógico desenlace de nuestra vida laboral. Con todo lo expuesto anteriormente, la consecuencia es que la Comunidad Valenciana también tiene pensiones más bajas que la media nacional. Es casi un 8% inferior, con una pensión media más baja que el SMI y las mujeres cobrando dos tercios de la pensión de los hombres. El tramo más habitual de una pensión es entre 650 y 700 euros mensuales, y ahí las mujeres más que duplican a los hombres. El 18% de todos los pensionistas son mujeres que cobran esa cantidad. El segundo pico se da entre los 400 y los 450 euros, cantidades del todo indignas para sobrevivir. La única solución es garantizando el sistema público de pensiones y su revalorización en el capítulo de derechos fundamentales de la Constitución”.