“Reescribamos el futuro” es el lema de Juventud-USO en el Día de la Juventud para denunciar los retos y obstáculos que afronta una generación marcada por las peores estadísticas sociolaborales

Día de la Juventud y Año Europeo de la Juventud. Dos hitos que, en España, se escriben con porcentajes altos. Muy altos. El desempleo juvenil continúa en el 28,52 %. A pesar de haber bajado con respecto al valor máximo registrado en pandemia (40,45 %) y también con respecto a 2019, España tiene los peores datos de paro de toda la Unión Europea. Solo por delante de Grecia. Son algunos de los datos que ha recogido Juventud-USO en su “Situación socioeconómica de la juventud en España 2021-2022”.

Por comunidades autónomas, el mayor índice de paro juvenil con datos del segundo semestre de 2022 lo presenta Extremadura. Lidera el desempleo entre los más jóvenes, con un más que vergonzante 41,68 %. Castilla y León, en el 35,07 %; Galicia con el 34,88%; Andalucía en el 33,59 %; y Castilla-La Mancha, con el 33,18 % de paro juvenil están todas ellas por encima del 30 %.

Por debajo del 25 % de desempleo entre los más jóvenes solo están Euskadi (24,62 %); Baleares (22,91 %); Comunidad de Madrid (20,86 %) y Navarra, la que mejor cifra presenta, 20,06 %. A pesar de ser la que menos paro juvenil tiene en España, cabe destacar que la mejor cifra española es peor que todos los países europeos, salvo Grecia e Italia.

Los jóvenes vuelven a emigrar

En cuanto a demografía, la juventud ha crecido en España. Poco, pero ha crecido la población de 16 a 35 años. Sin embargo, esto se debe al saldo migratorio positivo, ya que el crecimiento natural sería negativo. En concreto, la población joven aumentó a cierre de 2021 en un 0,09 %, un poco menos que la población en general (+0,14 %).

En 2020, la población joven había crecido más, un 3,85 %. Fue debido al retorno masivo de jóvenes en el extranjero con motivo de la pandemia. Una vez pasado lo peor de la crisis sanitaria, pero de nuevo a las puertas de un período de falta de oportunidades, nuestros jóvenes vuelven a emigrar, denuncia Juventud-USO. Aunque las llegadas son más que las salidas.

Temporalidad y poca emancipación

Este año, la conmemorarse del Día de la Juventud coincide con la designación por parte de la Unión Europa de 2022 como “Año Europeo de la Juventud”. Una efeméride que ha permitido contar con abundantes estudios comunitarios sobre la situación de la juventud en los países miembros.

Con el desempleo juvenil mencionado, es normal que España esté a la cola también del resto de estadísticas. Según recoge Juventud-USO, también nuestro país es el segundo con la peor tasa de temporalidad, tras Países Bajos. 3 de cada 5 mujeres jóvenes trabaja de forma temporal (58,5 %) por el 51,3 % de los hombres. Es cerca de 20 puntos más que la media europea (37,2 % y 34 %, respectivamente).

Si miramos el tipo de jornada, España es el sexto país con más jóvenes a tiempo parcial. Pero nuestra posición empeora si hablamos de tiempo parcial involuntario. Ahí somos los cuartos. Un 53,80 % de los jóvenes que tiene un contrato a tiempo parcial querría trabajar a jornada completa. Algo que en otros lugares, como Países Bajos, no ocurre: lideran la contratación joven a tiempo parcial, pero muchos quieren ese tipo de contrato.

Si desempleo y temporalidad marcan endémicamente los datos sociolaborales de nuestra juventud, el tridente de la precariedad lo marca el resultado de esto: la falta de emancipación.

El 65,5 % de los jóvenes españoles hasta 35 años vive con sus padres. En el caso de los que tienen entre 18 y 24, el porcentaje se eleva al 93,7 %. El Observatorio de la Juventud destaca que solo el 14,9 % de los menores de 30 años logró emanciparse en 2021, frente al 26 % que lo hacía en 2008. Las mayores tasas de emancipación se dan en Extremadura (16,8 %), Aragón (16,4 %), Cataluña (16,2 %) y Comunidad de Madrid (16,2 %).

Y, si nos centramos en los que tienen vivienda propia, solo el 36 % de los menores de 35 años. “El alquiler”, destaca el estudio de Juventud-USO, “tampoco es una opción. Los jóvenes deben dedicar el 82 % del salario a un alquiler. No hay opción ni en la compra ni en el alquiler”.

Así, los españoles se emancipan de media a los 29,8 años. Solo los portugueses tienen una cifra peor: 33,6 años. La media de la Unión es de 26,5 años, con Suecia a la cabeza de la juventud: 19 años. Cifra mejor incluso que antes de la pandemia.

Día de la Juventud: retos para el futuro

La situación de la juventud en términos sociolaborales lleva dos décadas empeorando en España. La pandemia exacerbó algunos parámetros, pero ni eran buenos en 2019 ni lo son ahora, una vez superada la crisis sanitaria. Juventud-USO reivindica políticas centradas en los jóvenes, tanto en materia laboral como social, como la vivienda.

“La mayoría de inversiones que ha realizado España en materia de juventud se han hecho con cargo a los Fondos Europeos, partidas coyunturales. Denunciamos que esto hace peligrar la continuidad de las políticas y que las inversiones de calado en juventud deben hacerse de forma estructural. Además, aún está pendiente la aprobación del Estatuto del Becario. Pasará un verano más sin su aprobación, con el riesgo de abuso en las prácticas y falsos becarios cubriendo puestos de trabajo sin la remuneración y condiciones pertinentes”, destaca Juventud-USO.

Además, USO recuerda que “la vivienda es un derecho fundamental al que no pueden acceder la mayoría de los jóvenes. No es un lujo ni un capricho, y debe limitarse su especulación. Aunque muchas políticas de vivienda dependen de las comunidades, no puede haber discriminación de unos y otros jóvenes y es necesario un marco regulatorio garantista estatal”.

Y, para todo ello, Juventud-USO recalca que “es necesario que se amplíen los canales de participación de la juventud para hacerla accesible a todas las personas jóvenes. Que se incentive la participación; especialmente, desde las primeras etapas educativas”.